El estado mexicano de Tlaxcala (centro), es uno de los exportadores de niñas y mujeres hacia los estados del sur de Estados Unidos, donde son prostituídas y esclavizadas por redes organizadas, según los resultados de la Primera Campaña Ciudadana contra la Explotación Sexual Infantil.
Esta campaña, orquestada por más de 20 organizaciones de la nacional Red Mexicana de Trabajo Sexual, busca prevenir, documentar y denunciar la prostitución de menores desde la perspectiva de las trabajadoras sexuales y así evitar una cacería de brujas hacia ellas.
Jaime Montejo, fundador de la organización civil Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez, reveló a Cimacnoticias que una nueva tendencia para la explotación infantil y también de mujeres adultas es el tráfico bajo engaños –o no—hacia las plantaciones estadounidenses donde los clientes son migrantes mexicanos.
También pueden llegar a trabajar a casas de citas para atender a los choferes norteamericanos o mexicanos residentes.
En cualquier caso, las mujeres que se van –las menores de edad son más cotizadas—viajan en condiciones de alta vulnerabilidad donde se les requiere practicar sexo sin condón y pueden quedar en condiciones de esclavitud en estos lugares hasta pagar entre 15 y 30 mil pesos que les cuesta cruzar la frontera. Suelen viajar con el pretexto del trabajo doméstico, indica el sociólogo Montejo.
Las organizaciones de la Red Mexicana de Trabajo Sexual realizan monitoreos en ciudades grandes como el Distrito Federal o Veracruz, así como en municipios pequeños como Cardel en ese estado y en la frontera sur con Guatemala.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia calcula que son 16 mil menores de edad explotados sexualmente en México.
RECUPERAN LA HISTORIETA EN LA PREVENCIÓN
Para arrancar con la campaña ciudadana de manera formal, el pasado 30 de abril presentaron tres historietas estructuradas por Tirso Clemaes, actualmente director de la Clínica Condesa contra el VIH y también narrador oral.
Mariposas Nocturnas es la primera de tres historietas dirigidas a niñas y niños consideradas en riesgo de caer en el tráfico infantil, mismas que se distribuirán mediante organizaciones no gubernamentales y escuelas.
En este primer trabajo, bajo la metáfora del jardín de las rosas rojas, el alacrán y el veneno de las adelfas, se desarrolla un debate sobre cómo son enganchadas las menores de edad.
La segunda se refiere a cómo se liberan del yugo –donde pueden decidir si el trabajo sexual será su oficio o tomarán otro rumbo y la tercera, en preparación, versará sobre testimonios de las chicas que llegan a la zona de la Merced.
2003/MR
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