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Falta de ayuda oficial impediría lograr Objetivos del Milenio

Por Leticia Puente Beresford/corresponsal

En el mundo, más del 60 por ciento de los trabajadores familiares no remunerados son mujeres, quienes no tienen acceso a la estabilidad laboral ni a la protección social, indica el Informe de Objetivos de Desarrollo del Milenio del 2007.

Así, a ocho años de la adopción de la Declaración de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs, 2000-2015), las promesas siguen sin cumplirse por parte de los Estados Miembros de la ONU, afirma Ban Ki Moon, secretario general de la ONU, en el prólogo de dicho informe.

La falta significativa de la ayuda oficial al desarrollo desde el 2004 hace imposible la consecución de los ODMs, incluso para los países actualmente gobernados.

Explica que los resultados de este informe insinúan algunos avances y dan a entender que el éxito sigue estando al alcance de la mayor parte de los países, pero también enfatiza que aún queda mucho por hacer.

Son varios los retos para alcanzar dichos objetivos, señala José Antonio Ocampo, vicepresidente general de Economía y Asuntos Sociales, en dicho informe, por ejemplo:

Más de medio millón de mujeres siguen muriendo cada año por complicaciones tratables y prevenibles durante el embarazo y el parto. La probabilidad de que una mujer muera por dichas causas en el África subsahariana a lo largo de su vida son de una de cada 16, en comparación con un caso de cada tres mil 800 en el llamado Primer mundo.

En caso de que persistan las tendencias actuales, la meta de reducir a la mitad la proporción de niñas y niños con un peso inferior al normal se perderá por 30 millones, principalmente a causa del lento progreso que se ha observado en Asia meridional y en el África subsahariana.

En el año 2006 la cantidad de personas que murieron de SIDA en todo el mundo aumentó a 2.9 millones, y las medidas de prevención no consiguen llegar al ritmo en que avanza esta epidemia. En el 2005, más de 15 millones de niñas y niños perdieron a uno de sus padres o ambos a causa del SIDA.

Estas situaciones reflejan la realidad de que los beneficios del crecimiento económico en los países en vías de desarrollo se han repartido de manera desigual. La mayoría de las economías no han conseguido ofrecer oportunidades laborales a los jóvenes, de hecho, la tasa de jóvenes desempleados triplica la de adultos.

Otra disparidad dentro de los países es que determinados grupos de población, a menudo aquellos que viven en área rurales, las y los hijos de madres sin una educación formal y las familias más pobres, no están progresando lo suficiente para alcanzar las metas.

En suma, difícil, si no es que imposible, será para las Naciones Unidas cumplir con la erradicación de la pobreza extrema y el hambre mundial para el 2015.

Sus planes son lograr que por lo menos la mitad de mil 250 millones de personas superen su nivel de vida; es decir, que sobrevivan con más de un dólar al día.

En 1990, de acuerdo con sus datos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) manejó datos de mil 250 millones de personas que sobrevivían con menos de un dólar al día.

Para el 2004, 14 años después, lograron una reducción de 270 millones de personas, al llegar a 980 millones. Solo que para lograr su meta fijada para el 2015, les faltan 360 millones.

El organismo internacional destaca que la proporción de personas que viven en una situación de pobreza extrema descendió desde casi una tercera parte hasta un 19 por ciento, de 1990 al 2004. Sin embargo, el éxito no se distribuye de una manera equitativa.

Varias interrogantes saltan a la vista: ¿Qué pasará con la otra mitad? ¿Cómo sobrevivirán los restantes 620 millones de personas? y ¿Cómo logra sobrevivir una persona con menos de un dólar al día?

En México, por ejemplo, con un poder adquisitivo de diez pesos (equivalente a menos de un dólar) sólo se logra comprar uno de los siguientes productos: medio kilo de verdura en bolsa, un elote, tres tacos de canasta, una quesadilla combinada o un kilo de tortilla. Pero no se puede llevar a la mesa ni un litro de leche porque este tiene un precio de 13 pesos con 60 centavos.

La reducción de la pobreza ha sido acompañada por un incremento en la desigualdad, precisa el informe. La creciente desigualdad de ingresos resulta especialmente preocupante en Asia oriental, ya que en esta zona la proporción de consumo de los más pobres descendió de manera dramática durante los últimos 14 años.

A pesar de todo, las desigualdades más evidentes siguen registrándose en América Latina y el Caribe y en el África subsahariana, donde el 20 por ciento de la población más pobre representa únicamente un tres por ciento del consumo nacional (o de los ingresos).

A fin de cuentas para alcanzar las metas de las ODMs los países necesitan movilizar recursos adicionales y destinar la inversión publica a beneficiar a los más pobres.

Finalmente, en el Informe se hace un llamado a los países desarrollados a cumplir la totalidad de sus compromisos, especialmente al Grupo de los 8.

07/LPB/GG

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