En Honduras, el Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla hizo público su rechazo al nombramiento de María Martha Díaz como Ministra del Instituto Nacional de la Mujer (INAM), al igual que condenan y rechazan el golpe de Estado, «acción vergonzante realizada contra nuestra patria el 28 de junio pasado».
El gobierno espurio que desconoció al Gobierno legalmente constituido, «ignora que las mujeres organizadas logramos, a través de nuestra lucha, la creación del Instituto Nacional de la Mujer», señalan en un comunicado.
El INAM, dicen, «no es cualquier Ministerio, es nuestro Ministerio y como tal lo defenderemos. No aceptamos ese nombramiento, porque igual que el gobierno es ilegal y permitirlo es como si las mujeres aceptáramos o legalizáramos esta cosa que solo los golpistas dicen que es gobierno, pero que las mujeres rechazamos por haber roto el Estado de derecho.
El INAM tampoco «es dádiva de ningún gobierno legalmente constituido, mucho menos de uno ilegal como el actual, impuesto por la fuerza y nombrando de manera fraudulenta a un dizque presidente que deshonra e insulta a las mujeres hondureñas con su manifiesto irrespeto, arrogancia y agresividad hacia nosotras», señalan.
El INAM tiene como propósito fundamental darle equidad de género a todas las políticas o planes de gobierno, con el fin de ir eliminando las grandes desigualdades entre hombres y mujeres existentes desde siglos atrás, recuerdan las mujeres en el comunicado.
«Pero hoy, explican, al utilizar esta medida de fuerza como es el golpe de Estado, se han violentado las normas de respeto, tolerancia, reflexión, debate y diálogo, de manera que las consecuencias de este caos llevará al pueblo hondureño a una crisis mayor, pero peor será para nosotras que somos las que al final sufrimos violencia e impotencia a través del sometimiento, humillación, silencio y miedo».
El golpe de Estado congela todo intento de cambio o transformación en la sociedad, consideran, «misma que veníamos construyendo a través de leyes y mecanismos que, como el INAM, nos permitía avanzar con mayor seguridad en la participación política, erradicación de la violencia, salud sexual y reproductiva, desarrollo de capacidades para la creación de fuentes de trabajo, acceso a la educación, todo en condiciones de igualdad.
Ratificamos, dicen, nuestra posición de lucha firme y decidida tanto para defender el Instituto Nacional de la Mujer como para rechazar el golpe de Estado junto al pueblo pobre pero digno que defiende la verdad, libertad y la justicia.
Hoy, enfatizan, hemos quedado vulnerables, nuestros esfuerzos truncados y bajo la amenaza de regresar a los tiempos de la cárcel, encierro y destierro.
09/GG
