Las mujeres católicas progresistas exhortaron a los gobiernos del mundo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a defender con firmeza el consenso logrado hace una década en Pekín, China, en favor del avance de las mujeres.
En un comunicado circulado por la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) en la 49 Sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer, las firmantes consideraron inadmisible que se pretenda violar la soberanía de otros países del mundo, al tratar de influir su posición en esta conferencia, utilizando como arma la cooperación internacional para el desarrollo.
Las integrantes, provenientes de América y Europa, principalmente, expresaron su indignación por los constantes intentos de la diplomacia estadounidense para coaccionar a los países más pobres de este planeta a apoyar su agenda política, abusando de su vulnerabilidad económica, al tiempo que socavan «la riqueza que la Plataforma de Acción ha significado para las mujeres de todos los países del mundo aquí presentes, empezando por las de su propio país.»
«Es inadmisible que en el siglo XXI se pretenda impedir el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de su vida» aseguraron tras explicar que Estados Unidos ha asumido la vocería de una agenda moral conservadora, impulsada por la Santa Sede, que no reconoce la autoridad moral de las mujeres para tomar decisiones basadas en la libertad de conciencia.
Descalificaron el papel asumido por Estados Unidos y Sudán, países que se ha negado a firmar en más de dos décadas la Convención contra la Discriminación hacia las Mujeres.
Insistieron a los representantes de los países aquí reunidos a defender con firmeza los compromisos signados en 1994 durante la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer y a rechazar las estrategias de distracción que la administración Bush trajo a la conferencia.
2005/MR/LR