Las mujeres fuimos un «botín de guerra», el premio para los policías que ingresaron a San Salvador Atenco el pasado 4 de mayo, denunció María, una de las 23 mujeres violadas en aquel operativo y que hoy exige justicia y castigo a los responsables de la agresión.
Entrevistada por Carmen Aristegui, en W radio, María cuyo nombre permanece en reserva, narró con la voz distorsionada por el miedo a la represión, el abuso sexual, las vejaciones y las violaciones de las que fue víctima por parte de los policías, durante el trayecto hacia el penal de Santiaguito.
Detalló las golpizas y las vejaciones de que fue objeto al igual que otras mujeres que se encontraban en la misma camioneta donde fueron trasladadas, «nos golpearon, me desnudaron, introdujeron sus dedos en mi vagina».
Recordó las amenazas y burlas de los elementos policiacos que irrumpieron en San Salvador Atenco aquella madrugada y dijo con certeza que estas agresiones tienen que ver con una razón de género.
Estudiante de la facultad de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), María salió libre después de 12 días de encarcelamiento, el 16 de mayo.
«Me pellizcaron los pezones», y fui violada por un policía con un instrumento «frío y metálico», en medio de arengas para que otros elementos la penetraran.
Narró también que otras mujeres fueron víctimas del mismo sadismo y abuso de poder de los cuerpos policiacos, a otras las obligaron a tener sexo oral y eyacularon en sus bocas, abundó a la periodista Carmen Aristegui.
Este es el primer testimonio que se presenta para responder a las autoridades y al subsecretario de Seguridad Pública Federal, Miguel Ángel Yunes cuando increpó a la periodista Carmen Aristegui acerca de que si contaba con alguna declaración y si acaso había entrevistado a alguien que le hubiera dicho que fue violada.
Desde que se dieron a conocer las denuncias de violación y vejaciones a las mujeres detenidas en San Salvador Atenco, luego del 4 y 5 de mayo, diversas autoridades federales y estatales desestimaron que esto hubiera sido posible.
Ante la documentación de las agresiones sexuales, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, decidió iniciar las averiguaciones necesarias al respecto.
Muchas de las mujeres que fueron agredidas sexualmente sufren infecciones vaginales porque no fueron atendidas por ningún médico ya que al no confiar en las autoridades del penal, solicitaron que se permitiera la entrada de personal capacitado para hacer la revisión ginecológica.
Finalmente, María denunció que al momento de su declaración ante el Ministerio Público, pidió que se asentara que había sido violada y la autoridad no lo registró.
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