Las políticas fundamentalistas de ciertos grupos y países obstaculizan la promoción y el uso de los condones masculino y femenino y la educación sexual, que han demostrado su efectividad para prevenir el VIH/Sida durante los 25 años que tiene la pandemia, señaló Ana Luisa Ligouri, de la fundación MacArthur, en el foro Retrospectiva sobre Toronto 2006.
Este foro, convocado por las organizaciones civiles con trabajo en VIH/Sida y la agencia de noticias Notiese, forma parte de la agenda previa con miras a la Conferencia Internacional sobre Sida, que se realizará en México en 2008, primer país latinoamericano en albergar dicha actividad.
Ligouri lamentó que aún no exista un debate en torno a estos temas porque, a pesar de que se sabe que los condones y la educación sexual son efectivos para prevenir la transmisión, se sigue considerando que la promoción del condón induce a tener relaciones sexuales.
Ligouri señaló que en algunos países se están revirtiendo los avances en la prevención, debido a la forma en que Estados Unidos opera la política de financiamiento a los programas para VIH/Sida, que repercute en mensajes que fomentan la intolerancia, la homofobia y la violación de los derechos humanos.
Sobre la pasada conferencia internacional realizada en agosto de2006 en Toronto, Canadá, Ligouri recordó que Carmen Barroso celebró que el tema de las mujeres y las niñas por fin hubiera llegado a esta conferencia, legitimando la importancia de la construcción de género para demostrar cómo la epidemia las está afectando.
En tanto, Jorge Saavedra, sustituido la semana pasada por Jorge Calva en la dirección del Centro Nacional para la Atención del VIH/Sida (Censida), resaltó los avances en el programa nacional, como el acceso universal a medicamentos en 2004, la prevención basada en la evidencia, el combate al estigma y la discriminación, así como la participación de la sociedad civil.
Dijo Saavedra que no se deben permitir retrocesos y se debe mantener lo logrado, mejorar la calidad de la atención, dar seguimiento a las recomendaciones internacionales y mejorar el abasto de medicamentos.
ALGUNOS ANÁLISIS DE LA CONFERENCIA PASADA
Integrantes de las organizaciones civiles que participaron en el foro señalaron que ante la llegada de nuevas tecnologías para prevenir el VIH/Sida, como los microbicidas o las vacunas, disponibles en dos ó 10 años, dejan en manos de la persona la prevención, lo que estanca los cambios culturales.
Además, cuestionaron el hecho de que se estén asignando demasiados recursos al desarrollo de estas tecnologías preventivas, cuando ni siquiera se ha garantizado el acceso a las medidas de prevención tradicionales, como el condón.
Como temas pendientes, señalaron la necesidad de que se ponga en práctica lo que sí funciona y se tome como ejemplo para las políticas públicas; identificar las formas de discriminación que aumentan el riesgo de contraer VIH/Sida y el impulso de agendas de investigación sobre el tema.
Un reporte de las Naciones Unidas para el VIH/Sida (ONUSida), señala que el nueve por ciento de los homosexuales y menos del 20 por ciento de usuarios de drogas inyectables en el mundo reciben algún tipo de servicio preventivo.
En tanto, únicamente a nueve por ciento de las mujeres embarazadas se les ofrece servicios para evitar la transmisión del virus a sus bebés y menos del 50 por ciento de las y los jóvenes tienen conocimiento sobre el VIH/Sida.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas ha reconocido que los condones femenino y masculino son la única herramienta para prevenir un cuarto de millón de nuevas infecciones al año.
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