Gabi Caccia vivió durante años abusos físicos, psicológicos y afectivos, primero en casa por parte de su madre y su padre, ya que era la única forma que conocían para educar a sus hijos; después, de su marido y padre de sus cuatro hijos, de quien terminó por divorciarse hace cinco años y a partir de ahí trabajar primero con ella misma y más adelante dando cursos a otras personas para que aprendan a ser felices y rompan con viejas creencias.
Gabi nació en el Distrito Federal el 9 de abril de 1964, es la tercera hija de un matrimonio formado por un hijo de emigrantes suizos y una mujer descendiente de franceses, ambos muy conservadores y con una disciplina muy rígida que aplicaron a sus cinco hijos.
Desde los diez años padeció bulimia, enfermedad que aparecía por meses y luego disminuía. Gabi recuerda que siempre soñó con estudiar odontología, pero su padre no se lo permitió y la educaron para ser ama de casa perfecta, papel que desempeñó aparentemente muy bien, hasta que cansada de fingir intentó suicidarse.
Más adelante le detectaron un cáncer de ovarios con metástasis a estómago e intestinos que, en opinión del médico que la operó, no le permitiría vivir más de seis meses. De eso hace cinco años.
De su vida de casada recuerda muchas carencias, la necesidad de hacer de todo para completar el gasto familiar, hasta de vendedora ambulante ejerció. Después vendió pasteles y galletas que ella misma elaboraba, dio clases de catecismo en la escuela de sus hijos y tomó todos los cursos de superación personal que le ofrecían.
Cuando le detectaron el cáncer, tomó conciencia de que tenía dos caminos: seguir sufriendo y morir, o luchar por sobrevivir y cambiar radicalmente su forma de enfrentar al mundo.
Reconoció que quería enfermarse de cáncer porque era la única forma en que recibía afecto de su madre. Pero también le sirvió para reflexionar sobre la vida que llevaba y que podría cambiar.
Leyó a Elizabeth Kubler Ross, quien fue la primera psiquiatra que describió las fases de la muerte, y dice que le cayeron muchos «veintes», se capacitó con Miguel Ruiz, autor de «Los cuatro acuerdos» y empezó a dar talleres, que son los que le han permitido salir adelante en todos los aspectos, principalmente el emocional y económico.
Hace unos días fue invitada a Miami a participar en el programa de Cristina Saralegui sobre la Ley de la Atracción.
Ahí comentó que se había dado cuenta que ella fue muy mezquina consigo misma al haber intentado suicidarse y de algún modo provocar el cáncer.
Gabi escribió el libro ¿Quieres tener la razón o ser feliz?, y actualmente tiene un programa de radio los lunes de seis a siete de la mañana en Radio Vital, da talleres sobre la Ley de la Atracción, comparte con otros sus vivencias y cómo logró darle una vuelta a su vida de 180 grados. Se dice convencida de que cada quien atrae lo que cree merecer.
Reconoce que no estudió ninguna carrera profesional y, sin embargo, es una profesional en el manejo de las emociones.
Querer es poder, enfatiza, pero hay que trabajar para obtener lo que se desea, valorarse más y amar lo que se hace. Esa es su filosofía.
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