En México existen poco más de 29 millones de mujeres analfabetas, pese a los esfuerzos del gobierno mexicano en materia de educación.
Es en uno de esos esfuerzos por alfabetizar a las mujeres cuando en 1922 se invita a Lucila Godoy Alcayaga –mejor conocida como Gabriela Mistral—a coadyuvar en las tareas de educación de las mexicanas, dando paso así a la creación del Taller-Escuela Gabriela Mistral.
A mistral se debe el libro “Lecturas para Mujeres”, de la cual se editan 20 mil ejemplares, en un esfuerzo del gobierno por hacer contrapeso al libro “La Brújula del Hogar”, de Margaret Sanger.
“Lecturas para Mujeres” apoyó el nacimiento del Día de las Madres en México en 1923.
Lucila Godoy nace el 7 de Abril de 1889 en la ciudad de Vicuña, pequeña población del valle de Elqui, Chile; hija de Juan Jerónimo Godoy y Petronila Alcayaga.
La infancia de Gabriela transcurre entre las aldeas de La Unión y Montegrande, Chile, lugar donde se traslada su madre tras ser abandonada definitivamente por su esposo en 1892.
Su hermanastra Emelina Molina Alcayaga fue una de sus principales influencias al ser ella quien educara a la pequeña Gabriela, tras un incidente en la escuela de vicuña dónde es apedreada al ser acusada haber robado material cuando sólo contaba con 11 años.
Su abuela Isabel Villanueva, le transmite el conocimiento de la Biblia del cual nacerán algunos de los temas de su obra poética.
El periodista Bernardo Ossandón, influye también de manera decisiva en su vida, al permitirle acceder libremente a su magnífica biblioteca y conocer la poesía de Federico Mistral, los novelistas rusos y la prosa de Montaigne.
A los 16 años, Gabriela decide seguir la carrera de maestra, para lo que solicita su ingreso en la Escuela Normal de La Serena. Es rechazada porque sus ideas, que habían aparecido reflejadas en algunos artículos periodísticos, son consideradas ateas y contraproducentes para la actividad de una maestra destinada a formar niños.
Así decide reclamar sus derechos y hace suya la voz de las mujeres de Chile al publicar en La voz de Elqui su artículo «La instrucción de la mujer», en el que exige que todas las mujeres tengan derecho a la educación, y con el cual consigue su nombramiento.
Aquí de inicia su carrera magisterial que es reconocida en México, Estados Unidos, Guatemala, Uruguay, Lisboa y España, donde colabora en la metodología pedagógica.
Como poetiza su carrera inicia en el diario local cuando publica sus primeros textos a los 15 años, además de ser la primera sudamericana en recibir el Premio Nobel de Literatura en 1945 por su trabajo poético.
En 1912 nace al mundo como Gabriela Mistral al participar en los Juegos Florales celebrados en Santiago, con Los Sonetos de la Muerte, obteniendo el máximo galardón Flor natural, medalla de oro y corona de laurel.
El jurado del certamen estaba compuesto por M. Magallanes Moure, Miguel Luis Rocuant y Armando Donoso.
Gabriela Mistral fallece en Nueva York, el 10 de enero de 1957 heredándonos el derecho a la educación de las mujeres.
2004/GV