Las políticas neoliberales obligan a los Estados a desatender cada vez más derechos laborales como el de la jubilación, que costó a las y los trabajadores muchos esfuerzos ganarlo y ahora acuden a la ley para no perderlo, afirmó Bethsaida Maldonado Lagunas maestra de la Facultad de Economía de la UNAM.
En su estudio «La jubilación desde una perspectiva de género», la investigadora sostiene la jubilación es un derecho que tiende a desaparecer con las actuales reformas en materia de seguridad social.
Precisa que en el marco general y a nivel mundial, la crisis económica, ha provocado una caída en los aportes de las trabajadoras y trabajadores a su seguro de pensión y junto con factores como el desempleo y el aumento en la esperanza de vida, propician problemas para mantener las jubilaciones.
De acuerdo con información de la ONU en el año 2000, la proporción de la población mayor de 65 años era de nueve a uno, y se espera que para el año 2050, sea de cuatro a uno.
En esa misma tabla, se observa que México ocupa el doceavo lugar en población mayor de 60 años, lo que quiere decir que aumentará la población adulta dentro de pocos años.
En México, el número de pensionados es reducido y hasta el año 2000, de casi siete millones de adultos mayores, se tenían dos millones 247 mil pensionados. Es decir, el número de personas adultas sin protección es muy amplio.
Existe una gran masa de trabajadoras y trabajadores que nunca van a recibir ninguna jubilación ni beneficio social, tal es el caso de quienes laboran en las maquiladoras, donde entre el 80 y 90 por ciento de mano de obra corresponde al trabajo femenino y donde carecen de contratos colectivos.
El proceso de jubilación desde una perspectiva de género, no es igual para trabajadores de uno y otro sexo, esa salida del mercado laboral, adquiere características diferenciadas, añade la investigadora.
La forma en que se vive el retiro no sólo depende de la ocupación, sino de las diferencias entre mujeres y hombres, y la edad de la jubilación. Las mujeres se adaptan mejor que los varones a esta etapa de la vida debido al trabajo doméstico.
Mientras que para las mujeres es un reencuentro con un mundo conocido, (el del hogar) para los hombres es diferente, «es un mundo que desconocen y al cual tienen que adaptarse», resaltó la profesora universitaria.
2004/RGL/LR/SM
