Inicio Gritos y violencia viven niñas y niños en 13 millones de familias

Gritos y violencia viven niñas y niños en 13 millones de familias

Por Narce Santibáñez Alejandre

Las niñas y niños de 13 millones de familias mexicanas crecen en un entorno de gritos y violencia, según datos de la Encuesta Nacional sobre Dinámica Familiar, realizada por el DIF, recordó hoy Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), en el marco del Día mundial por la no violencia y la paz y durante la celebración del onceavo aniversario de la Casa del Árbol, organismo promotor de los derechos infantiles.

Cada niña o niño maltratado suele coexistir con una madre o padre que fue violentado en la infancia, y que de la misma manera la sociedad se resiste a denunciarla, aseguró durante el acto Jesús Valencia Guzmán, director general del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en el DF.

Destacó que la violencia familiar, pero en particular hacia las niñas y los niños, se ha vuelto un tema de interés público, que requieren asistencia para enfrentar los altos grados de incidencia.

De acuerdo con el informe La infancia Cuenta en México 2006, durante 2004 la tasa de mortalidad por homicidio en México fue de 6.0 entre los adolescentes de 15 a 17 años y de 1.6 para niñas y niños de 0 y 4 años, según un boletín de la Red por los Derechos de la Infancia.

En el país, 36.7 por ciento de la población total es menor de 18 años y en la Ciudad de México 29.40 por ciento, informó Álvarez Icaza.

ANEMIA, EXCLUSIÓN, INEXISTENCIA

Además de la violencia, destacó Álvarez Icaza, en el Distrito Federal alrededor de 4.1 millones de niñas y niños presentan anemia, lo cual representa una prevalencia del 14.5 por ciento.

Estas cifras representan un problema no sólo para el derecho a la salud, sino también para el derecho a la alimentación.

Otro derecho vulnerado en la Ciudad de México es el de la educación, pues existe exclusión escolar hacia las niñas madres: 9 de cada 10 no están en posibilidad de asistir a la escuela, aseguró Manuel Ulloa Herrero, director de Planeación de la Secretaría de Educación de la Ciudad de México.

Caso extremo es el de las niñas que trabajan, pues el 48 por ciento no recibe educación escolar, el de niñas y niños que hablan idiomas indígenas o que viven con alguna discapacidad.

Igualmente preocupante es que ninguna entidad federativa ha logrado el registro del 100 por ciento de la población menor a un año, reconoció el Ombudsman capitalino, lo cual significa que no tienen nombre y nacionalidad, ningún reconocimiento social o jurídico. Y sin acta de nacimiento no se puede tener acceso a los servicios básicos de salud y educación.

Por su parte, Jesús Salvador Valencia Guzmán, director del DIF DF, informó que esa institución trabaja en una reforma de ley para que el gobierno local obtenga la patria potestad sustitutiva de los menores de 14 años en situación de calle, a quienes llevará a nueve albergues que construirá especialmente para ese fin.

La idea es que en dos años no haya un solo niño de la calle en la Ciudad de México, concluyó.

LA BANDA DE LOS DERECHOS

En el presidium estuvo también la niña Marisol Fuertes Cajiga, integrante de la Banda de los Derechos, quien se presentó como vocera de la banda de los derechos y pidió a la sociedad y al gobierno de la Ciudad de México «que todas las instituciones respetaran nuestros derechos de todas y todos», «más información sobre infecciones de transmisión sexual», «más lugares de esparcimientos para la niñez; parques y museos».

Solicitó también «evitar acciones arbitrarias de las autoridades»,»que en las escuelas se impartan talleres y cursos de violencia familiar y cómo evitarlo», «que se tomará en cuenta nuestra opinión», «que se atiendan ciertas situaciones que nos ponen en peligro; como la drogadicción, alcoholismo y la depresión», así como «agua potable, ya que es un derecho».

LA CASA DEL ÁRBOL

La Casa del Árbol es un proyecto de la Comisión de Derechos Humanos del DF, creado para que las niñas, los niños y adolescentes se asuman como sujetos de derechos y aprendan a exigirlos y ejercerlos.

En estos once años, La Casa del Árbol y el Programa de Atención a la Infancia han atendido a 484 mil 542 personas.

La intención es fomentar la creatividad, la imaginación, la curiosidad, pero también los compromisos, la participación en la niñez y adolescencia, pues los materiales con que cuentan pretenden reforzar valores, pues no hay derechos sin compromisos.

07/NS/GG

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