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Guatemala: contra la violencia se necesita educar para la paz

Por Redaccion

Actualmente en Guatemala mueren 5 mil personas al año, el 80 por ciento por armas de fuego, informa Canal Solidario.

Una vez firmada la paz, el Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades) se comprometió a dar seguimiento a los acuerdos y procesos de paz, pero diez años más tarde todavía no se ha modificado la ley, que da largas a las empresas privadas con el comercio de armas ilícitas.

Iepades apuesta por la educación y la sensibilización de la sociedad, para que ésta denuncie y presione para conseguir la paz y la democracia, basada en la justicia social y la autogestión comunitaria.

Carmen Rosa de León-Escribano, presidenta de esta entidad, y Mayda de León Wantland, coordinadora del Programa Control de Armas, han realizado un proyecto de sensibilización sobre control de armas conjuntamente con la Fundació per la Pau.

Entrevistadas por Canal Solidario, durante una visita en Barcelona, cuentan cuál es la situación actual de conflicto en Guatemala.

Carmen Rosa: Guatemala vive una situación de extrema violencia derivada de la no aplicación de los Acuerdos de Paz de 1997. El hecho que no se haya realizado una transformación estructural social y económica y la desatención en seguridad civil ha traído a que sea un país extremadamente inequitativo, y que la posesión de armas de fuego sin control sea el detonador de violencia.

— ¿De qué nivel de violencia estamos hablando?

Mayda: Todas las expresiones de violencia están presentes en Guatemala. Mueren 5 mil personas anualmente, es decir, unas 55 muertes por cada 5 mil habitantes. El 80 por ciento del total de las muertes al año es por armas de fuego y la mayoría son jóvenes.

Somos una sociedad violenta como herencia del conflicto colonial, hasta el punto que la violencia familiar surge de forma casi normal, es parte de la convivencia. Se ha demostrado que los hogares violentos generan personas y procesos violentos. Creemos que trabajar desde y con el núcleo familiar es la llave para resolver este problema en Guatemala.

— ¿A qué se debe el índice de posesión de armas de fuego tan elevado?

Mayda: Por una cuestión judicial y cultural. Aunque se ha demostrado que ir armado es mucho más letal ante un ataque, la ley reconoce la posesión de armas como un derecho individual y se pueden comprar 500 municiones por arma diariamente. Además, las armas están culturalmente muy arraigadas, ya que se asocia tener armas a tener poder, por ejemplo, a los niños les regalan armas a sus 15 años como símbolo de que ya son hombres.

EL TRABAJO DE IEPADES

— En este contexto, ¿cómo trabaja Iepades ante esta situación?

Carmen Rosa: Hace diez años que trabajamos capacitando actores sociales en construcción de paz y creamos alianzas con las instituciones. Iepades se centra en tres líneas de trabajo: fortalecer las capacidades del Estado, formando policías, jueces y otros actores institucionales en como aplicar justamente la ley; trabajar con jóvenes y niños en la educación de la construcción de paz y la no-violencia; formar una sociedad preventiva a través de la transformación social local y municipal.

La población debe saber que existen herramientas para condenar la violencia y entender que ésta no ha de ser cotidiana.

— ¿Cómo educar para la construcción de la paz en Guatemala?

Carmen Rosa: Hace falta evidenciar que la violencia es un problema y que hay que accionar a través de la justicia y de las propias personas. ¿Cómo? Dar participación a la población, que sepa que existen herramientas para condenar la violencia y entender que ésta no debe ser cotidiana y que no es normal tener un arma sobre la mesa del comedor. Trabajamos sobre todo con jóvenes de entre 12 y 18 años de escuelas públicas y que tengan capacidad de liderazgo, para formar jóvenes multiplicadores de la no-violencia.

Por otra parte, trabajamos temas de educación para la paz con las y los niños, los cuales nos han demostrado a través de dibujos que son muy conscientes de la presencia de violencia en las familias. También trabajamos en la sensibilización de policías y jueces sobre el control de armas y la mediación de conflictos y con los alcaldes incidimos en las buenas prácticas en seguridad social.

— ¿Qué son las buenas prácticas?

Mayda: Hemos creado un manual para las instituciones y el sistema judicial que ha ayudado a construir una forma pacifica para resolver conflictos y cuestionar el uso de las armas heredado de la guerra. Hace falta velar por la seguridad y actuar en acciones positivas, recuperando espacios públicos, incorporar al mundo laboral a los jóvenes, ofrecer becas de estudio a los jóvenes, etc. La ciudadanía tiene que aprender a buscar soluciones a sus problemas a través de experiencias positivas como los municipios libres de armas en El Salvador.

EDUCAR EN LA PAZ

— Antes dijeron que la posesión de armas de fuego sin control eran el detonador de violencia. ¿De dónde vienen estas armas?

Mayda: De diferentes partes del mundo, sobre todo de países que han sufrido un conflicto. El problema de las armas es que se compran legalmente pero después se venden ilícitamente en comercios privados. Somos un lugar de paso entre Estados Unidos y Colombia, un lugar de paso de la droga y vehículos de los grandes comercios de amas. Por esto se ha creado una red internacional de organizaciones y una a nivel de Latinoamérica contra el comercio de armas ilícitas. Proponemos crear un sello de origen de fabricación de las armas, pero las empresas privadas y Estados Unidos, China, Israel y Egipto se niegan.

— ¿Cómo actúa el Gobierno ante esta situación?

Carmen Rosa: En Guatemala no hay una conciencia de violencia hasta que hay un problema evidente. Las políticas de prevención están abandonadas por el Estado porque los resultados que se obtienen son a largo plazo. El hecho que las legislaturas duren cuatro años hace que los gobernadores reaccionen con represión o vulnerando los derechos humanos para sofocar los puntos de conflicto. Por ejemplo, ahora se ha victimizado a las y los jóvenes y se los acusa de ser un elemento distorsionador de la sociedad. Por esto se está actuando muy duramente con los jóvenes, haciendo «limpieza social» sólo por el hecho de llevar tatuajes, pendientes, estar a la calle…

— Tras las recientes elecciones en Guatemala, ¿qué esperanza hay en que se apliquen los Acuerdos de Paz?

Carmen Rosa: Un nuevo gobierno, una nueva ventana para recuperar temas pendientes como los Acuerdos de Paz, pero la experiencia nos demuestra que lo que se construye localmente es lo que perdura en el tiempo, por lo tanto en esto abocamos la esperanza y trabajamos. Guatemala es una población muy estigmatizada por la guerra y con una complejidad de integración por su diversidad, por lo tanto las acciones para la paz no son suficientes para transformar la sociedad. Nuestra conclusión es que el trabajo con la infancia dará paso a una nueva generación educada en la paz.

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