Se aprobó en Guatemala la Ley de Acceso Universal y Equitativo a los Servicios de Planificación Familiar y su integración al Programa de Salud Sexual y Reproductiva de este país, misma que fue calificada como tardía por la periodista Carolina Vásquez Araya, integrante del cuerpo directivo del diario Prensa Libre.
La presión constante ejercida por algunos sectores extremadamente conservadores, ha establecido limitaciones al derecho de las personas, principalmente de las mujeres, a decidir libremente sobre el espaciamiento y cantidad de hijos que desean tener, afirmó la periodista, quien señaló también que el conservadurismo les ha vedado información acerca de su salud sexual y reproductiva.
La columnista recordó que las mujeres, por no detentar el poder político ni económico, han debido someterse a las decisiones de los hombres en algo tan propio como es la soberanía sobre su propio cuerpo, lo que constituye una forma más de discriminación y abuso en contra de este sector de la población.
El acceso a la información y a los métodos de planificación familiar son asuntos estrictamente civiles, aunque las autoridades de distintas instituciones religiosas insisten en interferir con este tipo de decisiones estatales, como en el caso de la ley aprobada. Esta no sólo beneficiará a las mujeres, sino que también incidirá en las oportunidades de educación y desarrollo de todos los guatemaltecos, valoró Vásquez Araya.
Para la periodista, la oposición a la nueva ley también tiene un carácter discriminatorio, porque mientras se escatima el derecho a la información de las mujeres pobres, se permite sin reservas el uso de cualquier método anticonceptivo entre las de clases más privilegiadas.
Vásquez Araya indicó, finalmente, que el derecho de la mujer a tomar decisiones sobre los eventos más importantes de su vida, como el control de su vida sexual y reproductiva, es un derecho humano.
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