Los centros asistenciales administrados por el Estado guatemalteco carecen de servicios integrales adecuados y oportunos para atender a sobrevivientes de la violencia sexual, fenómeno cuyas principales víctimas son mujeres que, a menudo, son revictimizadas al ser atendidas.
De acuerdo con el Protocolo de Atención a las Víctimas de la Violencia Sexual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los centros de salud u hospitales deben contar con personal y equipo especializado para atender tres niveles: el clínico, el emocional y el legal; sin embargo en Guatemala diez instituciones monitoreadas por la organización Ipas carecen de al menos uno o dos de esos servicios.
Ipas, institución que trabaja en favor de la salud de las mujeres, en coordinación con el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa), realizó un estudio en diez clínicas estatales de la ciudad de Guatemala, Escuintla y El Progreso; los resultados revelaron que las sobrevivientes de algún ataque sexual o violación son revictimizadas y que difícilmente reciben una asistencia que le permita una recuperación integral.
La mayoría de localidades visitadas cuentan con servicios básicos de atención, como acciones de promoción y protección, diagnósticos y tratamientos de algunas enfermedades; sólo el 20 por ciento de los centros proveen servicios secundarios, y sólo en esa misma proporción asisten psicológicamente a las víctimas..
Nadine Gasman, representanta del Unfpa en Guatemala, aseguró que la violencia sexual es una de las formas menos conocidas, atendidas y estudiadas, por lo que fue necesario contar con un estudio que revelara el estado hospitales y clínicas para desarrollar estrategias de intervención.
El Fondo de Población contribuye en la realización de diagnósticos situacionales; sin embargo, se requiere de la voluntad política para revertir la situación de desventaja en la que se encuentran las mujeres, sobre todo las sobrevivientes de las agresiones sexuales, concluyó Gasman.
09/YT