Los derechos de las mujeres jóvenes son el tema latente en los espacios de participación, que se llevan a cabo aquí en la Conferencia Mundial de la Juventud, como el foro de Gobiernos, de Legisladores y de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), aunque en este último, las opiniones se han polarizado.
En el foro de las OSC se pretenden construir «puentes» de diálogo, a fin de que los gobiernos respondan a las necesidades y demandas de la juventud. De ese diálogo, saldrá una declaratoria que tratará de incluir en la discusión de la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre próximo.
No obstante, la división de las organizaciones ha hecho que este trabajo sea más complicado con lo cual algunos participantes prevén que no se avalen las conclusiones de este Foro.
Versiones extraoficiales, señalan que el borrador de esta declaración integra «la formación de valores, la cultura de la abstinencia sexual para evitar el contagio del VIH/Sida, el reconocimiento de la mujer y su lado sensible, sin caer en el radicalismo, y promover los valores en la familia, como base fundamental de la sociedad».
Pese a esta situación, funcionarios de países invitados y de organismos como el Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), el Fondo de Población (UNFPA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), siguen participando para difundir temas que consideran deben plantearse en la declaratoria.
La coordinadora de programas del Centro de Mujeres de Argelia, Faiza Benhadid, dijo que en ese país se dio especial atención a los jóvenes y a la retroalimentación con los adultos, pues aclaró que «no se debe olvidar que ellos serán padres, y ahora tienen que trabajar por sus derechos como ciudadanos de aquí y ahora».
Durante la ponencia «Los jóvenes: ¿ciudadanos del presente o padres para el futuro? El género y derechos humanos», dijo que estos temas, junto con las relaciones sexuales, los modelos de género, y la vulnerabilidad, entre otros, son determinantes en la formación de las y los jóvenes.
Por ello, dijo, la cultura debe dejar de lado la actitud de paternalismo que hasta ahora se mantiene, pues sólo así se podrá ver a mujeres y hombres jóvenes como ciudadanos activos y con una verdadera participación en la sociedad; y además -dijo- servirá para construir una nueva visión de la feminidad y la masculinidad.
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