Destin pasó dos años como niño soldado en las milicias congoleñas Mai Mai. Ahora tiene 17 años y se ha recuperado gracias a un proyecto de desmovilización y reinserción. En el mundo hay 250 mil niñas y niños soldados, como él lo fue, informa Canal Solidario.
Y 40 por ciento de ellos son niñas.
Según datos recientes, los y las menores que forman parte de ejércitos o grupos armados suelen padecer graves problemas de salud, grandes carencias educativas, sus familias han muerto o les rechazan y las niñas sufren fuertes abusos, teniendo incluso hijas e hijos durante su permanencia en las fuerzas armadas, indica la Coalición Española para Acabar con la Utilización de los Niños Soldado.
Destin jugaba al fútbol con unos amigos cuando unos militares les pidieron que fueran al bosque a ayudarles a descargar harina y madera de un camión. No regresaron. Tenía 14 años.
Destin pasó dos años trabajando como soldado esclavo para las milicias congoleñas Mai Mai. Su función era la de escolta de un comandante.
Recuerda que lo primero que les contaron fueron las reglas. A continuación vino el rito. Les hicieron unos cortes en la piel y les echaron unos polvos «para que fueran inmunes a las balas». No podían lavarse porque con el agua «se pasaría el efecto».
Dos años después logró fugarse gracias al proyecto de Desmovilización y Reinserción de Niños Soldados de Uvira (RD Congo). Ha aprendido mecánica, ha vuelto a ver a su familia y ahora trabaja… y sigue jugando al fútbol los domingos.
Hoy tiene 17 años y se llama Destin Maliyamungu.
PRESIÓN POLÍTICA POR EL CAMBIO
Hace muy poco, 58 países firmaron los «Principios de París», por los que se comprometieron a prohibir la utilización de los menores de 18 años como soldados. RD Congo, Uganda, Sri Lanka o Filipinas firmaron el texto; aunque no lo hicieron Estados Unidos o Gran Bretaña.
A pesar de este acuerdo, la realidad sigue siendo que -según la ONU- en 2006 había más de 250 mil menores soldados reclutados en más de 20 países. El 30 por ciento son reclutados por las fuerzas armadas de sus propios gobiernos y el 40 por del total estos menores son niñas.
Aunque esta práctica está más extendida en África, también hay menores soldados en varios países de Asia y algunas partes de Latinoamérica, Europa y Oriente Medio.
Desde nuestro país, la Coalición Española para Acabar con la Utilización de los Niños Soldado alerta sobre la necesidad de «una mayor voluntad política para erradicar el reclutamiento de menores y apoyar su reintegración social».
La organización, creada en 2003 e integrada por la Coalición Alboan, Amnistía Internacional, Fundación el Compromiso, El Servicio Jesuita a Refugiados, Save the Children y Entreculturas, hace una labor de presión política para que se redacten y apliquen leyes en contra del reclutamiento de menores.
Pero también trabaja en coordinación con la Coalición Internacional para asegurar que en los países en situación de conflicto o post conflicto se desarrollen buenos programas de desmovilización y rehabilitación para los niños y niñas soldados.
SENSIBILIZACIÓN Y REINSERCIÓN
Desde hace 9 años, Nicole Nuyts trabaja en el Este de África en proyectos con infancia o desplazados por la guerra. Actualmente es la directora del proyecto en el que Destin Maliyamungu se «desintoxicó» del ejército, como dice ella, y aprendió un oficio.
El objetivo de la iniciativa es desmovilizar y reinsertar a más de 200 niños y niñas. Se estima que, en Uvira, la región del proyecto, el 30 por ciento de los integrantes de los distintos grupos armados son menores de 18 años, reclutados voluntaria o forzosamente.
El centro que dirige Nuyts establece varias fases: la identificación de las y los pequeños, la acogida y acompañamiento en el centro ?que incluye escolarización y/o formación ocupacional- y finalmente el seguimiento de la reinserción.
Nuyts está convencida de que la clave para erradicar el reclutamiento de menores soldados es la sensibilización, «de un país a otro y de una familia a otra», para que de una vez por todas se respeten los derechos de las niñas y los niños.
07/GG
