La IX Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y el Caribe evaluará del 10 al 12 de junio, la plataforma de Pekín firmada por 189 países a favor de la población femenina y la igualdad de género, resultado de la IV Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en 1995 por Naciones Unidas.
Allí surgió la Declaración Política y la Plataforma de Acción, aprobada por consenso por las naciones participantes, quienes recogieron las aportaciones más importantes de las conferencias celebradas en la década en favor de las mujeres y sobre la igualdad de género.
La plataforma dejó clara la necesidad de asignar los mecanismos y disposiciones internacionales necesarios para mejorar la condición de la población femenina en la sociedad, así como asegurar la adecuada aplicación de la Plataforma en los planos nacional, subregional, nuevos rescursos financieros y humanos para avanzar en los objetivos de la igualdad, desarrollo y la paz.
Además identificó diferentes esferas de principal preocupación respecto a la condición de la mujer como la pobreza, educación, capacitación, salud, violencia, conflictos armados, economía, entre otros.
Pekín reunió más de 35 mil mujeres de todos los continentes, con el objeto de mejorar la condición de esta parte de la población.
Los gobiernos participantes reconocieron que la situación de la mujer ha avanzado en algunos aspectos, aunque los progresos no han sido homogéneos, pues persiste la desigualdad entre mujeres y hombres.
De esta forma, las 189 naciones se comprometieron a combatir esas limitaciones y promover el adelanto y potencialización del papel de la mujer en todo el mundo. Convinieron que esta es una acción urgente.
Con la participación de México en la IV Conferencia, se identificaron las prioridades nacionales y la urgencia de dar seguimiento a los acuerdos establecidos y se reconoció la necesidad de impulsar la sistematización de las experiencias, así como los logros alcanzados durante todo el proceso.
Uno de los logros alcanzados fue precisamente la construcción de la Coordinación Nacional de organismos no gubernamentales (ONG), por un Milenio Feminista, una aportación que permitiría dar seguimiento a los logros alcanzados en conferencias internacionales, además de construir espacios plurales para el trabajo hacia una sociedad más justa y equitativa.
La Plataforma de Acción fue alcanzada gracias al persistente trabajo realizado por los grupos y movimientos de mujeres de todo el mundo, así como por la voluntad política y compromiso de los gobiernos de diferentes países.
Con este logro se impulsó un intenso debate en el que se evaluaron los avances y se señalaron las consecuencias de la discriminación y subordinación de las mujeres en el desarrollo económico, social, político y cultural.
2004/HS/GV
