Las complicaciones por aborto en México constituyen la tercera causa de muerte de mujeres en edad reproductiva y la mayoría de quienes abortan son madres de varios hijos, casadas y cuya situación familiar o económica no les permite asumir mayores responsabilidades, afirmó la actriz, Margarita Isabel.
En el marco del día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe con el foro Acceso para las mujeres a servicios seguros de interrupción legal del embarazo: avances y retos de las políticas públicas, la actriz dijo que aunque en México el tema del aborto se encuentra incluido en los diferentes códigos penales «es indispensable homologar la legislación de todo el país».
En el centro Cultural Coyoacanense ante funcionarios de la Secretaría de Salud, local y federal, la diputada federal Marisela Contreras, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, GIRE y Católicas por el Derecho a decidir, entre otras organizaciones, sostuvo que la justicia social, es otro problema que tenemos que enfrentar.
Es por ello, dijo, que sólo las mujeres con recursos suficientes pueden pagar abortos en buenas condiciones o trasladarse a otros países donde esta práctica es legal en cualquier circunstancia como en Cuba.
Consideró que «en un estado laico con libertad de creencias optar por el aborto debería ser un asunto individual y de conciencia», por lo que despenalizarlo es garantizar que las mujeres que se encuentran en situación de un embarazo no deseado, puedan acceder a esta práctica en las mejores condiciones posibles.
«Las mujeres son completamente capaces de determinar por sí mismas si pueden o no asumir la responsabilidad afectiva y económica que supone un embarazo» reflexiona.
Citó una frase de la escritora Elena Poniatowska de que «despenalizar el aborto es uno de los varios pasos que hay que dar para prevenirlo. Ni una muerta más por aborto clandestino».
De acuerdo con datos de el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) la penalización del aborto obliga a las mujeres a llevarlo a cabo de manera clandestina
Esto ocasiona numerosos problemas de salud pública ya que los abortos realizados en la ilegalidad se efectúan en pésimas condiciones sanitarias que ponen riesgo la vida de las mujeres.
Los datos con que se cuentan sobre las mexicanas que abortan revelan que pertenecen a todo el «espectro social» desde profesionistas, hasta analfabetas, desde las zonas rurales hasta las urbanas, «mujeres de todas las clases sociales».
Un estudio realizado en la unidad de gineco obstetricia del Hospital General de la Ciudad de México con mujeres que llegaron por complicaciones de abortos inducidos demuestra que el 90 por ciento se declara católica mientras que más del 50 por ciento ya tiene hijos. «El mayor porcentaje es de mujeres mayores de 20 años».
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