Al menos dos mil trabajadoras sexuales de la zona de La Merced son hostigadas, amenazadas y sobornadas por sus parejas sentimentales, asegura un estudio estadístico de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
El estudio señala que las trabajadoras sexuales de esta área (en su mayoría analfabetas, solteras y con varios hijos) asumen la violencia como una forma natural de vida.
También, el sondeo de la CDHDF donde se entrevistó a 250 sexoservidoras de esta zona, reflejó que el 10 por ciento de ellas es menor de 18 años, 28 por ciento fueron inducidas por su pareja para ejercer la prostitución, 24 por ciento dijeron que su compañero tiene relaciones sexuales con otras sexoservidoras de la misma área, y 11 por ciento afirmó haber tenido tratos sexuales con algún policía de la zona.
EL ROSTRO INFANTIL DE LA PROSTITUCIÓN
Según estimaciones de Casa Alianza, para 13 mil de las niñas y niños que viven en situación de calle, el comercio sexual es su única forma de subsistencia.
A este dato se suman los resultados de otra investigación también hecha por la CDHDF, Al otro lado de la calle, donde además de evidenciar que el abuso sexual y la violencia familiar son los detonantes que lanzan a las y los menores a la calle, confirman que una vez alejadas del hogar 80 por ciento de ellas ejercen la prostitución.
Ante esta problemática, hace tres años surgió en La Merced el Centro de Atención Integral y Servicios (CAIS), destinado a apoyar a las trabajadoras sexuales que trabajan en el área. A la fecha, el CAIS recibe aproximadamente 300 trabajadoras sexuales y cuenta con servicios médicos y asesoría jurídica gratuitos.
No obstante, pese a ello, el CAIS pasará a formar parte del proyecto de trabajo del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal; en virtud de que, según informó Rocío Culebro, directora del secretariado técnico de la Comisión de Derechos Humanos del DF, el Centro atraviesa por un periodo de restructuración y por lo pronto no tiene el apoyo de ninguna organización.
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