La Catedral Metropolitana hoy se convirtió en escenario de la reivindicación de todas aquellas personas que luchan en contra del Sida y promueven el uso del condón, siendo este escenario precisamente donde la jerarquía de la Iglesia Católica ha manifestado su total rechazo al uso del preservativo.
En el Altar del Perdón, un sacerdote, del cual no se reveló su nombre, ofreció una misa por los enfermos de Sida y por los que luchan para erradicar la pandemia.
Manifestó que la celebración no estaba orientada hacia el desánimo, sino a hacer un llamado de indignación ante la discriminación hacia las personas que padecen Sida y a luchar contra la pandemia.
Cabe destacar que el hecho de que un representante de la Iglesia católica tome parte en una celebración de este tipo hace pensar que la lucha de muchos no ha sido en vano y que es el principio de la construcción de una sociedad más tolerante.
Los asistentes a la misa, principalmente mujeres, participaron con emotividad de la ceremonia, al presenciar la lectura de los testimonios de enfermos de Sida, hubo incluso quienes no pudieron contener el llanto.
En su sermón el sacerdote habló de que la Iglesia no debe discriminar ni excluir a nadie, que es su deber actuar con misericordia y que la intolerancia de algunos no tiene porque influir en el trabajo de los que luchan por combatir la enfermedad.
En el momento de dar la paz se distribuyó entre los asistentes un listón blanco y rojo, como muestra de apoyo hacia la paz y la lucha contra el Sida.
En la conferencia de prensa que se realizó al finalizar la misa, encabezada por María Consuelo Mejía, directora por Católicas por el Derecho a Decidir, expresó que la misa representa un acercamiento con la jerarquía católica y un símbolo de respeto hacia las diferentes corrientes de pensamiento que existen dentro de ella.
Además manifestó que el hecho de no revelar el nombre del sacerdote era con el fin de evitar confrontaciones y pidió que no se desviara la atención del verdadero motivo de la celebración.
Por su parte, Pilar Sánchez, integrante de la misma asociación, al ser cuestionada sobre los posibles contagios de Sida entre monjas de la Iglesia católica, manifestó que muchas de ellas han muerto al no ser atendidas, debido a que la jerarquía católica no quiere asumir que al haber contagios es porque ha habido relaciones sexuales.
Finalizó diciendo que esa misa también fue hacia todas esas mujeres que no pueden alzar su nombre y su voz.
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