En un hecho que para las organizaciones de mujeres y de Derechos Humanos (DH) es "inadmisible", la jerarquía católica salvadoreña inició una recolecta de firmas entre la feligresía para evitar cualquier cambio a la Constitución que socave a "la familia" y el matrimonio heterosexual, y que garantice el derecho al aborto.
En días recientes, el Arzobispado de esta ciudad capital giró una carta a toda su feligresía para solicitar firmas. El documento contiene la siguiente declaración: "Señores diputados: les solicitamos que ratifiquen a la mayor brevedad las reformas constitucionales de los artículos 32, 33 y 34, orientados a la salvaguarda del matrimonio, como la unión de un hombre y una mujer así nacidos, y la defensa del derecho de los niños a tener una mamá y un papá".
La carta no lleva mayor explicación y fue difundida en las parroquias del país centroamericano, con el llamado de los respectivos sacerdotes a las y los fieles para que se sumen. Los artículos mencionados se refieren al concepto de "familia".
En sus homilías, los curas acusan a grupos feministas y de DH de promover "el aborto y los matrimonios homosexuales", por lo que convocan a la feligresía a "poner un alto" firmando el documento. Algunas personas consultadas argumentaron que no signaron la carta por tener parientes y conocidos homosexuales.
ANDANADA DEL FANATISMO
Por ejemplo, en la parroquia de Ayutuxtepeque, municipio de San Salvador, durante la misa dominical el sacerdote planteó que "como Iglesia no se pueden aceptar estos actos impuros ante los ojos de Dios, pecados que incluso no pueden ser absueltos por cualquier sacerdote, que es responsabilidad de todos detener las acciones de estos grupos que promueven temas como el aborto y los matrimonios homosexuales".
"Tenemos que exigir la verdadera separación entre la Iglesia y el Estado; la Iglesia, primordialmente la católica, no debe tener injerencia sobre las decisiones del Estado", reclamó Angélica Rivas, abogada de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico.
"Es evidente la homofobia que despliega la Iglesia entre su feligresía, pero es importante recordar que no todas las decisiones de los jerarcas de la Iglesia son compartidas por sus feligreses. La Iglesia no comparte la utilización de métodos anticonceptivos, sin embargo muchos y muchas sus integrantes los utilizan diariamente, y esa decisión no los inhibe de participar de manera muy comprometida en el quehacer religioso", dijo.
Sara García, activista de la misma agrupación, abundó: "La Iglesia católica ha manifestado en reiteradas ocasiones una postura misógina y homofóbica ante temas como el matrimonio homosexual y el aborto. Siempre que se trata de nuestro cuerpo, la Iglesia opina y castiga, nuestro cuerpo parece ser expropiado por una institución que dice hablar del amor".
"Los Derechos Humanos de las mujeres son una deuda histórica que se vive en los países latinoamericanos, por tanto es urgente y necesario visibilizar todas las injusticias que se viven en este sistema capitalista y patriarcal: exigir un Estado laico, no permitir que la jerarquía incida en las decisiones de las ciudadanas y ciudadanos, luchar por el matrimonio homosexual y la despenalización del aborto", propuso.
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