La generación de riqueza con equidad de género requiere de un nuevo paradigma económico que reconozca la participación diferencial de hombres y mujeres, así como un nuevo contrato social de democracia económica que mantenga dentro de «límites razonables» la estabilidad a nivel macro, aseguró la colombiana Cecilia López de Iniciativa Feminista de Cartagena.
Entre otros elementos de ese nuevo paradigma económico, agregó que debe complementarse en las naciones en desarrollo las inversiones interna y externa para generar riqueza nacional con equidad; ampliar el sentido del concepto de género a hombres y mujeres, y despojarlo de la idea de que sólo es algo que concierne a la población femenina.
A su vez, un nuevo modelo justo y equitativo que integre a las economías locales a los mercados internacionales, favorecería el empleo femenino con productividad y salarios dignos.
López propuso todo lo anterior como parte de los trabajos de la Mesa 1 «Movilización de recursos naturales, ajuste estructural». La economista definió a la democracia económica» como el derecho de todas las personas a tener ingresos suficientes para vivir dignamente, y como un requisito indispensable para el desarrollo sustentable.
Al abordar el tema «Estudios de casos sobre impuestos a las transacciones monetarias en algunos países de América Latina», la colombiana destacó en general el papel de la sociedad civil y, en particular, el de las mujeres, por «su valor para retar al modelo neoliberal e incidir en las políticas económicas de gobiernos y organismos multilaterales».
Advirtió que pese a las descalificaciones, «las mujeres debemos retomar el liderazgo, y lo estamos haciendo, para hablar de economía con los hombres e intentar cambiar el modelo actual».
La brasileña Sonia Correa, integrante de la misma organización, hizo un recuento de los distintos impuestos que han aplicado los gobiernos de Brasil, Colombia, Ecuador y Argentina desde la década pasada y que, en cierta medida, generaron recursos internos para financiar el desarrollo.
Citó el caso de su país en donde un impuesto provisional para cubrir el déficit del gasto publico ahora financia al sector salud, mientras que en Colombia un impuesto similar que se dirige a la vivienda, en estos momentos puede desviarse a los gastos militares por la guerra civil interna.
Advirtió como un peligro para las mujeres que los impuestos a las transacciones comerciales y financieras internas, provoquen una «desaparición de los bancos» que como consecuencia eliminaría los créditos para proyectos productivos de la población femenina.
«Demandamos que la sociedad civil intervenga en las decisiones de los gobiernos erradicando las medidas tecnocracias, para definir las características de los impuestos, así como sus destinos de inversión productiva».
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