«No hemos dado vuelta a la tortilla» y no hay que confundir los avances de las mujeres con el logro de la equidad de género, sostuvo la directora de la sede subregional en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (CEPAL) Rebeca Grynspan, quien calificó de «inaceptable» la desigualdad que priva entre la población femenina.
Al participar en el Seminario sobre la condición de la Mujer que se efectuó hoy en la sede de las Naciones Unidas, la representante de la CEPAL dijo que en la región persiste la violencia contra las mujeres que, señaló es la «cara grosera» de América Latina y el Caribe, zona en la que una de cada tres mujeres ha sido víctima de agresiones en sus distintas manifestaciones.
En el caso mexicano, mencionó que de acuerdo con las estadísticas oficiales, el 35 por ciento de las mujeres unidas han sufrido alguna vez maltrato.
Expuso que en la región, existen 17 países donde la pobreza es mayor entre las mujeres que entre los hombres, en tanto que la desigualdad salarial se concentra entre la población femenina pesar de que se ha ampliado su acceso a la educación.
Grynspan comentó que continua irreconciliable el ámbito doméstico con el área productiva para las mujeres, no obstante que en un gran porcentaje las mujeres están insertas en el mercado laboral.
Dijo que en toda la región sólo el 36 por ciento de las familias son de tipo tradicional, se pronunció por el reconocimiento de la diversidad familiar y aunque existen grupos que pretenden volver al pasado, abogó por defender a la familia del futuro y no cerrar los ojos a la realidad porque ése sería un error.
La representante de la CEPAL sostuvo que es necesario avanzar en la defensa de los derechos de las mujeres y sobre todo impulsar su presencia en el mercado laboral como esencial en el combate de la pobreza.
En el ámbito político, destacó que sólo en dos países de la región Argentina y Costa Rica existe un tercio de representación femenina en sus parlamentos y en el caso mexicano esa cifra es del 23 por ciento.
Rebeca Grynspan afirmó que se puede combatir la desigualdad y la impunidad a través de políticas públicas y con legislaciones para una construcción de la ciudadanía distinta para las mujeres y hombres de América Latina.
Sostuvo que ha 30 años de la Conferencia de la Mujer de 1975 efectuada en México las mujeres han avanzado, no obstante persiste la desigualdad impropia del siglo XXI. Las mujeres, queremos igualdad de poder, demandó.
En el terreno político, advirtió prevalecen las resistencias y las mujeres sólo logran mantenerse en puestos de representación popular y de decisión política gracias a las leyes de cuotas
Durante el curso de los trabajos del seminario, previo al Día Internacional de la Mujer, Marta Sagahún envió un mensaje en el que señaló que este 8 de marzo será un día emblemático porque ofrece la posibilidad no sólo de hacer un balance de lo alcanzado sino de marcar nuevos rumbos en la causa de las mujeres.
Dijo que en México estamos haciendo la tarea» gracias al apoyo de los organismos internacionales como UNIFEM y a la decisión del presidente Vicente Fox de otorgar a la atención de las mujeres el carácter de una política de estado.
Reconoció no obstante que la pobreza tiene rostro de mujer, la violencia se continúa ejerciendo contra las mujeres. La vida entre los géneros sigue dominada por los desequilibrios en las diversas actividades económicas, políticas y sociales de nuestra vida cotidiana.
Pero «todo tiene un límite y el de las mujeres ya llegó» sentenció Martha Sahagún, «lo expresé en la ONU y lo reitero; no podemos ni debemos dar marcha atrás»
Nuestro empoderamiento es condición básica, si queremos velar por nuestros derechos y poder así constituirnos en activos agentes del cambio hacia sociedades justas y equitativas. Ese es nuestro mayor reto, finalizó.
2005/SM/
