Más de 9.5 millones de mujeres, mayores de 18 años, en México pueden llegar a sufrir algún tipo de incontinencia urinaria o el «último tabú médico», como llamó a este padecimiento la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La incontinencia urinaria por esfuerzo es común entre las mujeres y consiste en la fuga accidental de orina durante la realización de actividades físicas como estornudar, toser, reír, levantar objetos o hacer ejercicio.
El 8 de marzo pasado en Ginebra, Suiza, se llevó a cabo la reunión internacional de grupos de apoyo a pacientes con incontinencia urinaria. Ahí se firmó el documento denominado «Rompiendo con el último tabú médico. Dando voz a la mayoría silenciosa».
Este documento es parte de una iniciativa internacional que tiene por objetivo dar a las mujeres la confianza para hablar sobre su problema en lugar de sufrir en silencio, proporcionándo una guía detallada y las herramientas necesarias para reconocerlo y buscar ayuda médica.
En representación de México estuvo la Asociación de Enfermedades Uroginecológicas (ASENUG), que tiene la finalidad de reunir sociedades que apoyan a pacientes que sufren enfermedades de origen uroginecológico como Cistitis Intersticial, Incontinencia Urinaria y Vulvodinia.
Esta agrupación trabaja, entre otros aspectos, por reunir al suficiente número de pacientes para exigir a las autoridades mexicanas que los hospitales cuenten con la información suficiente y se lleve a cabo un correcto diagnóstico y tratamiento, así como conseguir la medicina que es necesaria para la atención de este padecimiento.
La incontinencia urinaria por esfuerzo es una condición médica que no es normal a ninguna edad; pero muchas mujeres no buscan tratamiento porque se avergüenzan de su problema, tienen miedo a la cirugía o lo consideran como un aspecto normal de la edad, pensando que nada puede hacerse al respecto.
Las principales causas de la incontinencia urinaria por esfuerzo son la falta de control del esfínter de la uretra y un debilitamiento en el soporte pélvico de la vejiga y la uretra.
Los factores de riesgo incluyen la obesidad, partos, tos crónica y constipación. La mayoría puede pensar que es una condición propia de la edad, pero hay muchas mujeres jóvenes que la padecen desde su primer parto, afectando significativamente su vida familiar, social y profesional.
Según una encuesta realizada recientemente en 40 países del mundo, entre ellos México, una de cada siete mujeres en el mundo la padece.
2005LM/SJ
