Una fuerte demanda registraron durante sus primeros meses de funcionamiento los centros de atención de violencia intrafamiliar creados por el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) el año pasado, lo que refleja el aumento en las denuncias por agresiones al interior de la familia. Se trata del tercer delito más denunciado en el país, después del asalto y las lesiones.
Este aumento de las solicitudes de ayuda especializada en el campo de la violencia doméstica se asocia a la situación económica y patrones culturales generados por el régimen patriarcal que persiste en la sociedad chilena, de acuerdo al Servicio Especial de la Mujer (SEM) y el semanario Tertulia.
Sin embargo, más que lo económico, el machismo imperante explica las agresiones a las mujeres, especialmente en la población campesina del centro y sur del país, así como en las zonas mineras del norte grande.
El hecho de que la mujer trabaje y se transforme a veces en sostenedora del hogar puede generar sensaciones de menoscabo en el marido, señalan especialistas.
El total de atenciones en la red de 17 establecimientos creados por el Sernam, a lo largo del país, superó en 62 por ciento lo proyectado como meta anual, pese a que ningún centro ha cumplido un año de funcionamiento.
Los informes entregados por el Ministerio del Interior cada trimestre muestran una clara tendencia al alza desde 1997, pero es el último trimestre el periodo que ha registrado la mayor cantidad de denuncias, con 15 mil 526 casos; seguido por el tercer trimestre del año pasado, con 14 mil 820 constancias policiales.
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