Aunque apenas representan el 18 por ciento del total de empleadores del país y el 30 por ciento del empresariado mexicano, las mujeres empresarias incrementan su presencia en áreas en las que antes no incursionaban, como la industria de la transformación.
Así lo aseguró, Gina Zabludovsky, investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien reconoció que las empresarias aún tienen una muy pequeña participación en las áreas de la mediana y gran empresa, como ocurre con los cargos de liderazgo en otros ámbitos.
Las mujeres empresarias están concentradas básicamente en los sectores de comercio y servicios «porque todavía se espera de ellas que se dediquen a «actividades femeninas», pero la creciente participación de las mujeres en la actividad económica del país le está abriendo las puertas a otras ramas de actividad.
Especialista en el estudio del avance histórico de las mujeres empresarias en México, la investigadora precisó que entre 1995 y 2000, el porcentaje de mujeres empleadoras en la industria de la transformación prácticamente se duplicó.
Entre las razones de la todavía reducida participación femenina en el ámbito empresarial, citó las restricciones de crédito que existen en general para las microempresas, pero también la exclusión de las mujeres en los círculos empresariales donde se establecen los contactos importantes, la doble jornada femenina y el cuestionamiento de cargos de autoridad.
Invitada como madrina de la Red Nacional de Mujeres Empresarias, que agrupa a 300 micro, pequeñas y medianas empresarias de varios estados de la República, consideró que la Red será importante para vincular a las empresarias del país y unirlas en acciones que mejoren su desempeño y productividad, como programas de capacitación y de crédito.
Y es que, de acuerdo con cifras oficiales, sólo 14 por ciento de las empresarias del país recibe algún tipo de crédito y el 86 por ciento restante opera sin él.
«La Red va a unir a una serie de organizaciones que operan desde hace tiempo y habían tenido avances importantes, pero estaban desvinculadas» y consideró que esta integración de las empresarias les dará, además, herramientas para combatir los patrones culturales establecidos y los cuestionamientos hacia la autoridad femenina.
Al anunciar la constitución de la Red, su vocera Teresa Ochoa dijo que las empresarias demandan mayor apertura financiera, romper con viejos modelos y emprender una cruzada nacional para profesionalizar y globalizar los negocios.
Demandó el compromiso de las autoridades con el sector productivo del país y las reformas estructurales imperativas para competir con éxito en el ámbito nacional e internacional.
Las empresarias mexicanas tendrán oportunidad de sellar alianzas comerciales con sus pares de otros países y conocer las formas en que están progresando otras redes empresariales en el mundo, durante la XV Cumbre Mundial de Mujeres Empresarias, que se realizará en México del 23 al 25 de junio próximo.
2005/LG/SJ
