La discriminación es un problema social que se triplica en el caso de las mujeres, quienes por su condición padecen maltratos y violencia física, por ser indígenas son utilizadas como objeto de folclor y artesanía y por ser pobres no pueden acceder a los servicios básicos, como constantemente lo evidencian las afectadas.
De acuerdo con Francisca Tum, del Fondo de Desarrollo Indígena de Guatemala (Fodigua), la mayor dificultad que enfrenta la mujer indígena en el país es la discriminación en todos los ámbitos, ya que no existen espacios de diálogo para que puedan manifestar sus necesidades y aunque hayan alcanzado el éxito profesional son consideradas inferiores.
En opinión de Tum, cualquier mujer que pertenezca a la comunidad maya es discriminada, debido a que su condición social no le permite tener oportunidades de desarrollo integral ni acceder a la salud, educación, vivienda y trabajo.
Tum dijo que las oportunidades de superación y participación en la toma de decisiones políticas y ciudadanas son derechos de la mujer indígena y demandó al Estado su inclusión en las políticas públicas.
La sociedad civil debe incidir en las decisiones del Estado, así como abogar por la participación indígena y de género; el gobierno debe estar al tanto de la situación que vive la población indígena; monitorear y evaluar las oportunidades en el ámbito público y privado, señaló la dirigente.
Con base en los resultados de las evaluaciones, Tum puso el énfasis en que el Estado tiene que promover el desarrollo de la mujer indígena con planes, programas y proyectos en su gabinete y ratificar la Política Nacional de Desarrollo y Promoción de los Pueblos Indígenas y el Plan de Oportunidades.
Finalmente, la entrevistada dijo que la mujer indígena debe tener un rol protagónico a nivel internacional, no ser vista por los turistas como un objeto folklórico ni ser apreciada por un traje, sino darle espacio a nivel nacional para promover su presencia política en otros países.
En la Política Nacional de Promoción y Desarrollo de las Mujeres Guatemaltecas y su Plan de Equidad y Oportunidad del 2001 al 2006, el Gobierno de la República señala que adoptará las medidas necesarias que garanticen la plena participación en los procesos de la toma de decisiones y en las diversas estructuras de poder en los ámbitos nacionales e internacionales.
El Informe de Desarrollo Humano de 2003 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), subraya que la formulación de propuestas concretas sobre equidad de género por parte del Estado, es limitada y que el sector privado adolece de una insuficiente consideración de la diversidad étnica y cultural del país y no contempla políticas dirigidas a los grupos más desfavorecidos ni a las mujeres.
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