Unas 400 indígenas de varias regiones chiapanecas exigieron un proyecto educativo que promueva el respeto a su cultura y tradiciones y rechazaron el Plan Puebla Panamá (PPP), al que consideran una amenaza para sus vidas y las de sus familiares.
En una reunión que concluyó este fin de semana en la localidad de San Cristóbal de las Casas, las mujeres, convocadas por la Coordinadora Diocesana de Mujeres (Codimuj), demandaron además aumento al gasto público en clínicas, hospitales y medicamentos.
En el Foro Estatal Sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el Plan Puebla Panamá (PPP) y los Derechos de las Mujeres, las indígenas exigieron además la desmilitarización del territorio chiapaneco y que se detenga el divisionismo a través de los programas asistencialistas.
Las participantes consideraron que el PPP es «un proyecto que trae muerte no la vida» por lo que rechazaron su puesta en marcha e hicieron llamados a pronunciarse en contra mediante marchas o peregrinaciones.
Provenientes de los municipios Zinacantán, Amatenango del Valle, Tumbalá, Tila, Sabanilla, Comalapa, Ocosingo, Venustiano Carranza, Chenalhó, Simojovel y diez lugares más, las participantes trabajaron en mesas de diálogo en las que hablaron de cómo han sido afectadas sus comunidades por el PPP.
Las indígenas zoques, tseltales, tsotsiles, tojolabales y choles señalaron en el Pronunciamiento Final del Foro, que el PPP no toma en cuenta la salud de las mujeres, por lo que se pronunciaron porque se respete «nuestra medicina tradicional y a la vez exigimos al gobierno aumente el gasto público para clínicas, hospitales y medicamentos».
En el rubro de educación las mujeres exigieron una educación pública, gratuita que respete su cultura, su lengua y sus creencias y a la cual «puedan llegar nuestros niños, niñas, hombres y mujeres».
Preocupadas por la falta de alimentación en sus comunidades, las indígenas señalaron la gran necesidad de una política alimenticia y que sus productos sean vendidos a precios justos, por lo que pidieron también la revisión del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), en su capítulo agrario.
Las jóvenes, señoras y ancianas, la mayoría con niños de la mano, hicieron un llamado a los gobiernos estatal y federal para no «provocar más divisiones con sus programas como Oportunidades, Paquetealcance, Procampo» entre otros.
«Exigimos también el retiro inmediato del ejército de nuestras comunidades y la concentración a sus cuarteles, respeto a nuestros derechos humanos así como la reinstauración del libre tránsito en Chiapas ya que su sola presencia siembra miedo y terror en nuestra vida diaria», manifestaron en el documento.
Muchas de las mujeres compartieron su experiencia de resistencia en sus comunidades para no consumir productos de transnacionales, por lo que hicieron un compromiso final de no comprar Coca Cola, Pepsi, Sabritas y Maseca pues además, dicen, afectan su salud y la de sus hijos e hijas.
Muchas de las indígenas comenzaron la tarde del viernes pasado el regreso a sus comunidades, no se quedaron al final del evento porque van a pie. Las esperan largas horas de caminata bajo el sol, cargando en su morral tortillas y pozol, y la firme convicción de «rechazar cualquier tratado que nos traiga más pobreza».
2003/VVS/MEL
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