Aún y cuando en Veracruz el delito de aborto ya no se castiga con prisión sino con atención psicológica, aún permanecen encarceladas tres mujeres indígenas por aborto, informó Aracely González Saavedra, integrante de la asociación civil Equifonía.
Las tres mujeres son indígenas habitantes de la zona norte y centro de la entidad, tienen menos de 30 años y son madres de otros menores de edad que se quedaron al cuidado de otras personas debido a que ellas ya recibieron sentencias condenatorias que las obligan a permanecer encarceladas.
La activista y defensora de los derechos humanos de las mujeres, acusó que el personal de enfermería del Centro de salud donde fueron atendidas y los propios familiares de las indígenas fueron quienes las denunciaron ante las autoridades, por lo que fueron detenidas bajo el delito de homicidio.
Agregó que desafortunadamente los recursos económicos para encontrar a una abogada penalista que tome el caso han imposibilitado su defensa, toda vez que se encuentran recluidas en los penales de la zona norte y centro, lo que dificulta visitarlas constantemente, y sus casos están radicados en los juzgados de esas mismas zonas, donde no es tampoco fácil la visita regular.
En diciembre de 2009 el congreso local aprobó la reforma al artículo 150 del Código Penal Veracruzano que establece: «A la mujer que se provoque o consienta que se le practique un aborto, se le sancionará con tratamiento en libertad, consistente en la aplicación de medidas educativas y de salud», mientras que a quien asistiera a la mujer, «se le impondrán de seis meses a dos años de prisión y multa de hasta setenta días y cinco días de salario».
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