La inequidad social generó el incremento de la población de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en situación de calle, ascendiendo a 14 mil 300 y con ello el desprecio a su condición y negación de sus derechos, aseveró la directora del Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS), Rosa Márquez.
Durante el Foro sobre Los Derechos de las Niñas y Niños en Situación de Calle, organizado por las comisiones unidas de Desarrollo Social y Atención a Grupos Vulnerables de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Márquez dijo a su situación de calle se agudiza su consumo de drogas.
La funcionaria de esa instancia que depende de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno capitalino, destacó que la explotación y el trabajo infantil en sus formas más abusivas, junto con la pobreza, son la antesala de otra forma de existencia cruel que están en las grandes ciudades del país: Su condición de calle.
Lo anterior, según Márquez, son factores que han contribuido a que las y los menores huyan del hogar o de ambiente infernal donde impera la violencia, pero también y muy marcados el hambre, las privaciones y carencias de todo tipo, con su respectiva carga de frustración y rencor.
La directora del IASIS, explicó que en este segmento de la población, se deshumaniza y configura un contexto de aparente «libertad silvestre» en el que se sufre hambre, frío, desprecio y violencia, enfermedades, drogadicción, explotación y proclividad al delito.
Destacó que a varios años de distancia ya hay parejas que dieron lugar a una nueva generación de niñas y niños de la calle. «No siempre mantienen a sus críos en tales condiciones. En muchas ocasiones los entregan a sus familiares y sólo los visitan, en otros los han dejado en custodia de algunas instituciones de tipo asistencial».
Además, la convivencia en calle de estos menores con adultos que los utilizan y explotan incluso sexualmente, es altamente nociva, pues dicha convivencia es de dominio y control, con inducción a conductas aberrantes.
2004/RG/GV/SM