Como estaba previsto, el gobierno de Estados Unidos ratificó su enmienda a la Plataforma de Acción de Pekín, al señalar que no se crean nuevos derechos y descartar el aborto como un derecho de las mujeres.
Con ello, Estados Unidos rompió el acuerdo negociado entre los estados miembro de la ONU para respetar el texto que conforma la Plataforma de Acción de la Mujer (PAM) signado en Pekín hace 10 años, sin embargo, pidió una enmienda al texto.
La titular del buró de Asuntos Internacionales del gobierno de Estados Unidos, Ellen Sauerbrey, oradora numero 22 de 27 que se presentaron en la asamblea general vespertina de la 49 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sostuvo que el aborto es una cuestión de soberanía.
La postura norteamericana, ya conocida por las organizaciones no gubernamentales, no causó ninguna sorpresa, se esperaba que Estados Unidos no cambiara su enmienda y mantuviera su postura frente a los derechos de las mujeres, en especial a los derechos reproductivos.
Antes, Sauerbrey hizo un recuento del dinero que este país ha distribuído en el mundo para «favorecer» la condición de las mujeres en situación de conflicto, salud materna y planificación voluntaria, así como para evitar el tráfico de mujeres, para lo cual ha destinado 295 mil millones de dólares en 120 países del mundo.
La jefa de Asuntos Internacionales también recordó que han destinado 15 mil millones de dólares a la lucha contra la pandemia del VIH-sida en países, de Asia, Africa y el Caribe así como otros 70 mil millones de pesos para apoyo a refugiados, en ambos casos las mujeres y los menores son los grupos mas afectados, indicó la ministra estadounidense.
Agradeció la adhesión de otros países a su enmienda para rechazar el aborto como un derecho de las mujeres y consideró que Pekín +10 no crea nuevos derechos, «son metas políticas».
Antes, una veintena de países habían ratificado la Plataforma de Acción de Pekín y pusieron especial énfasis en acciones que buscan reducir la violencia hacia las mujeres y las niñas, el trafico y la trata, la pobreza y migración, así como la educación, la salud y su posicionamiento político y participación ciudadana, encomiendas adoptadas por los países desde hace 10 años y que buscan dar a las mujeres sus derechos.
La viceministra de la Mujer de Bolivia, Teresa Caraviri Sirpa, llamó a los países a ratificar de manera contundente los acuerdos tomados en la ciudad de Pekín hace 10 años y demandó la colaboración de agencias internacionales de cooperación para alcanzar las propuestas hasta ahora parcialmente cumplidas en Bolivia por falta de financiamiento, dijo.
A su vez, la vicepresidenta de la Federación de Mujeres de China, Sahohua Zhao, también reafirmo la Plataforma de Acción, tras asegurar que es tiempo de convertir los compromisos en acciones, dijo la funcionaria china, quien -por cierto- habló a nombre de una quinta parte de las mujeres del mundo.
La primera ministra de la Mujer de Pakistán, Nilofar Bakhtiar, explicó que después de Pekín no solo se adoptaron los 12 puntos de la Plataforma de Acción, sino que incluso hubo una 13 para impulsar el desarrollo de las mujeres discapacitadas.
Anunció la creación de una escuela para mujeres políticas en ese país hindú y fue ampliamente ovacionada cuando anunció que los llamados crímenes de honor son ahora castigados con penas que van desde los 10 años de cárcel hasta la pena de muerte.
La también ministra de Alemania, Marieluise Beck, dijo que todos los países están comprometidos con los acuerdos y la Plataforma de Acción de Pekín por lo que descarta toda posibilidad de retroceder a la sombra de fundamentalismos políticos, religiosos o culturales.
Dicho pronunciamiento fue considerado como una alusión a las recomendaciones que hizo el gobierno de Estados Unidos, pese a las demandas de las mujeres de todo el mundo.
Este día presentaron sus evaluaciones ante la CSW un total de 52 países, entre ellos México.
2005/SJ/LR
