Inicio Inundación de 10 mil 300 has de selva baja, requiere La Parota

Inundación de 10 mil 300 has de selva baja, requiere La Parota

Por Soledad Jarquín Edgar

El proyecto hidroeléctrico Presa la Parota en Guerrero generaría cuatro horas más de energía eléctrica por día y a cambio, será necesaria la inundación de 10 mil 300 hectáreas de selva baja y tierras fértiles, donde se asientan más de 50 comunidades con 35 mil 908 habitantes, incluyendo algunos grupos indígenas, se denunció hoy en la audiencia pública el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA).

Integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa la Parota (CECOP), denunciaron a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y pidieron la cancelación de la obra por la gran diversidad de afectaciones a los derechos humanos y ambientales que provocaría.

En su exposición, el representante de Espacio DESC, Rodrigo Gutiérrez, denunció la absoluta falta de respeto del gobierno mexicano por la vida digna de los habitantes de las comunidades cercanas a la construcción de este tipo de obras hidráulicas y señaló que al menos ocho derechos se violan en este proyecto.

La abogada del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Priscila Rodríguez, presentó en el quinto día de la audiencia pública los argumentos que exhiben a la paraestatal mexicana por violentar los derechos de las comunidades, en tanto que el gobierno de Guerrero ha ejercido acciones de hostigamiento, represión y hasta persecución.

El proyecto hidroeléctrico Presa la Parota se ubicaría a 40 kilómetros de Acapulco, y generaría una serie de efectos ambientales negativos a corto, mediano y largo plazo, con graves repercusiones a la flora y fauna en peligro de extinción, incluyendo algunas especies endémicas.

Denunció la postura de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que no evaluó de manera objetiva los efectos que de manera irreversible provocaría la construcción de una hidroeléctrica que –de acuerdo con Espacio DECS- no es necesaria ya que México cuenta con un excedente de energía eléctrica.

Felipe Flores Hernández, comunero de La Garrapata, una de las poblaciones que quedaría bajo el agua, calificó el proyecto de La Parota como el «proyecto de la muerte» y pidió la intervención del jurado del TLA para salvar sus tierras «porque un campesino sin tierras no es campesino, sería como un pez fuera del agua».

«Vamos a morir de pie como los árboles, nunca de rodillas», señaló con vehemencia en el ex templo de Corpus Christi que registró un lleno total de comuneros y ejidatarios que demandaron al gobierno mexicano por su «imposición y violación a los derechos de las comunidades y la naturaleza».

La representante del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Priscila Rodríguez, también denunció la omisión de la Semarnat por el riesgo de sismicidad, luego de que la cortina de la enorme represa La Parota sería construida sobre las placas de Cocos y Norteamericana.

El movimiento de la primera de esas placas, causó el terremoto en la ciudad de México en 1985, por lo que advirtió sobre el enorme peligro que eso representa.

A nombre de los habitantes de las comunidades afectadas, Marco Antonio Suástegui Limón, dijo que la CFE se metió como «ladrón» a sus tierras, «sin permiso de nadie» e interrumpió la paz social, generó la división y fabricó delitos a los comuneros, ejidatarios y habitantes de esta extensa zona.

Pero, sobre todo, advirtió que la CFE violentó los usos y costumbres de sus comunidades al hacer asambleas fuera de las comunidades, ofrecer hasta dos mil 500 pesos por comunero o ejidatario para que «acepten» la construcción de la presa y, aun más grave, poner en esas listas a personas que tienen más de 100 años muertas.

Esta actitud, añadió, ha afectado la relación de los pueblos, ha sembrado división y ha causado el asesinato de tres personas, heridos, encarcelados y perseguidos por el gobierno de Guerrero por defender su derecho a la tierra y el agua, «si por eso soy delincuente seguiré siendo un delincuente», dijo.

El caso La Parota, como el resto de los que se expondrán hasta este próximo 18 de marzo en el TLA serán resueltos el próximo lunes, cuando este tribunal de justicia ambiental de a conocer su veredicto.

06/SJ/LR

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