Inicio Itziar Lozano, feminista que liberó el camino de la mujer actual

Itziar Lozano, feminista que liberó el camino de la mujer actual

Por Erika Cervantes*

A unas semanas de que inicie el Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, previsto del 16 al 20 de marzo en la Ciudad de México, el ambiente es propicio para rendir un homenaje a la inolvidable maestra y psicoanalista, Itziar Lozano Urbieta, española con residencia en México que dio un renovado enfoque a la vida de millones de mujeres.

Lozano Urbieta, ex asesora internacional sobre feminismo y derechos humanos, es un punto obligado de referencia, su lucha por establecer relaciones equitativas de género es un esfuerzo invaluable que buscó eliminar la discriminación social fundamentada en la desvalorización de lo femenino.

Su caminar por el mundo la trajo a México, donde a partir de 1977 se incorporó a Comunicación, Intercambio y Desarrollo Humano en América Latina (CIDHAL), centro pionero por la defensa de los derechos humanos, donde sembró la inquietud entre las mujeres a asumirse con orgullo, a sentirse distintas y a ejercer sus derechos.

Gracias a su capacidad de interlocución y su visión de análisis, Lozano Urbieta fue una interlocutora en la compleja tarea de guiar a la discusión al campo de los hechos. Su mirada al exterior nos permitió incursionar en campos que parecían un privilegio masculino, en el ámbito de la introspección, su legado nos permite vernos con nuestras fortalezas y debilidades.

UNA MIRADA INTERNA Y EXTERNA

Por ejemplo, para las activistas feministas, el recuerdo de Itziar les llega de manera súbita con el CIDHAL, una trinchera de lucha a favor de las mujeres costureras que fallecieron y resintieron la fragilidad de sus derechos laborales tras el sismo de 1985. El apoyo de Itziar ayudó a que esas voces no se callaran ante la injusticia y que el espíritu de lucha no declinara por la muerte de muchas de ellas.

Itziar Lozano fue una constructora de procesos y de reflexiones en todos los terrenos. Uno de sus logros es que en el marco de la defensa de los derechos humanos, las entidades de financiamiento internacional, escucharon la necesidad de invertir recursos con una visión equitativa e incluyente como una parte estratégica en el desarrollo de las naciones.

Como lideresa natural, el diálogo fue para Itziar la materia clave en la búsqueda del cambio, razón por la que propicia el Primer Encuentro Nacional de Mujeres, a finales de los ochenta en el Distrito Federal, donde participaron más de mil mujeres, entre empleadas, obreras, indígenas, quienes revisaron temas como el trabajo doméstico y su participación política, así como la creación de la red Milenio Feminista.

La incansable feminista que trabajó 15 años en el CIDHAL –de 1977 a 1992– utilizó los medios de comunicación de manera brillante, sus manuales de defensa en caso de agresión para las mujeres, la atención y acompañamiento a las víctimas de violación fueron la piedra angular que dieron lugar a la multiplicidad de organizaciones contra la violencia hacia las mujeres.

Y por supuesto, no debemos olvidar la construcción de Centro de Apoyo para Mujeres Violadas (CAMVAC), a finales de la década de los setenta, organización fundamental para el movimiento feminista en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.

Su propuesta de «hacer roncha» es una invitación constante a compartir y reconocer la diferencia entre las personas, a fortalecernos desde la diferencia a respetar la pluralidad.

Las huellas de Itziar están impresas en los caminos polvorientos donde llevó a las mujeres de las colonias populares dando cursos sobre sexualidad, control natal, nutrición y organización.

En las salas de consejos públicos planteó el cambio a los programas y políticas donde las mujeres deben ser reconocidas como sujetas de derechos y no como seres indefensos a los que hay que proteger.

En las reuniones de mujeres, donde a veces crece la pasión y se desborda pero que al final habla de una construcción colectiva, está su andar, ahí nos dejo huella Itziar.

A pesar que la muerte le alcanzó un 24 de septiembre de 2007 Itziar nos ha dejado muchas enseñanzas: una de ellas es escuchar, respetar la diferencia de opiniones y construir desde el diálogo transparente y respetuoso un valor vigente y universal del movimiento feminista latinoamericano.

* Fotógrafa y feminista mexicana, coordinadora del área de Redes de Comunicación
e Información de la Mujer AC (CIMAC).

09/EC/LAG/GG

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