Pensar en 1853 que las mujeres uruguayas tuvieran una educación similar a los varones sólo pudo ocurrírsele a Juana Paula Manso, que defendió el derecho de las mujeres a recibir igualdad de oportunidades educativas, además de impulsar nuevos métodos pedagógicos en la enseñanza.
Nacida en 1819 en Buenos Aires, Argentina, Manso vivió su infancia en Montevideo, Uruguay y Río de Janeiro, Brasil.
En 1837 cuando apenas tenía 18 años, comenzó su tarea educativa abriendo una escuela en la capital de su país, Montevideo, a donde había emigrado con su familia por razones políticas.
Con un espíritu de lucha cual si fuera maestra, defendía que «las niñas y niños sólo aprenden cuando se les enseña con amor». Por eso su lema era: «No más rutinas».
En Montevideo, Juana Paula fundó y administró una de las primeras escuelas mixtas de muchachas y jóvenes. Era también muy activa en El Ateneo de Señoritas, una clase de Tertulias para que las mujeres discutieran de política, la educación y la literatura.
Por la censura política, su familia se mudó nuevamente, a Río de Janeiro, donde estudió idiomas y música en la Escuela Nacional del Arte.
Es ahí donde conoce al que sería su marido, un violinista portugués llamado Francisco de Saa Noroña. Juntos viajaron los Estados Unidos, Cuba y por el interior de Brasil. Sin embargo, el matrimonio fracasó y tras su divorcio retornó a Buenos Aires, en donde publicó varias historias cortas en la revista la Ilustración Literaria.
Más tarde, Juan Paula trabaja como redactora y con el tiempo es directora del «Álbum de Señoritas», una revista literaria que incluyó en sus paginas artículos sobre las nuevas ideas a cerca de la educación de las jóvenes mujeres y sus derechos.
El álbum incluye una serie de ensayos en los cuales los autores cuestionan el papel de las mujeres. Juana Manso habla por su parte, sobre el estereotipo que atrapa a la población femenina y las supedita al yugo masculino.
Sus múltiples viajes a Estados Unidos, Brasil y Cuba le permiten establecer las diferencias de los roles que por nación asumen las mujeres en lo social y llega a la conclusión de que las mujeres sólo alcanzarán la igualdad, el día en que ellas tengan acceso a una educación sin discriminación.
Del mismo modo integra en su discurso la idea de Simón Bolivar de una América Latina Unificada y con ello se pregunta qué sería de las mujeres americanas sin represión y violencia; si tuvieran mejores oportunidades de empleo, de educación y a no ser excluidas por su género y raza.
De este Álbum de Señoritas solo se publicaron ocho ediciones el primero en 1854. La edición número 1 expuso lo objetivos: para contribuir a la emancipación de mujeres, empujarlas para utilizar su inteligencia y capacidades racionales, ejercitar su libertad y animarles a que opongan a las autoridades arbitrarias e injustas.
Juana Paula no sólo fue periodista, como escritora es considerada la primera novelista de Argentina. En su novela La Familia del Comendador (1854), expone abiertamente sus tesis feministas: emancipación moral e intelectual de mujeres con la educación y mujeres como agentes del cambio moral.
Editada en Brasil, la novela pone de manifiesto una dura crítica al racismo y la esclavitud, aunque en Buenos Aires, la libertad a las y los esclavos había sido conferida en 1813.
Juana Paula Manso muere en Buenos Aires argentina en 1875 a la edad de 56 años, heredándonos el derecho a la educación y el derecho a la emancipación de las mujeres latinoamericanas y del mundo.
2004/EC/GV
