La contaminación, la pobreza y el crecimiento poblacional son una triada que degenera la salud reproductiva de casi todas las tres mil millones de mujeres en el mundo y sus menores, según la ONU.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha documentado que la sobrexplotación de los recursos pone en riesgo la madera, los alimentos, las sustancias medicamentosas, así como la posibilidad de la propia naturaleza para «limpiar» el aire y el agua.
Lo anterior resulta en que cada año mueren por enfermedades infecciosas más de cinco millones de personas, 10 veces el número de caídos en la guerra por falta de agua potable y servicios de saneamiento.
También provoca que las mujeres en áreas rurales de todo el planeta tengan que caminar cada vez más lejos para obtener leña y agua para cocinar o lavar, porque la tala de bosques provoca que el agua de la lluvia se pierda en lugar de llenar los pozos.
A ello se suman los daños documentados que el plomo, la dioxina y los contaminantes orgánicos como el DDT tienen en la salud materno-infantil por su vínculo al lento aprendizaje, al cáncer, al aborto espontáneo y otros desórdenes reproductivos.
En esta semana, las acciones mundiales en el futuro para prevenir un mayor desgaste del medio ambiente y sus repercusiones particulares en la población femenina y masculina se discuten en la Cumbre de Johannesburgo donde participan más de 100 jefes de estado.
Ante esta reunión, diversas organizaciones que se darán cita en el IX Foro Internacional: Reinventando la Globalización, que convoca la Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID por sus siglas en inglés) han reiterado que no basta que los gobiernos del mundo tengan una creciente preocupación para mejorar la condición social de las mujeres.
Para lograr un cambio, es preciso fortalecer los liderazgos femeninos, frenar la violación sistemática de los derechos humanos de las mujeres y crear una agenda económica alternativa basada en el principio de equidad y justicia para ambos géneros.
Los análisis feministas y otras investigaciones sobre las tendencias mundiales evidencian los efectos negativos de la mundialización, donde las brechas entre mujeres y hombres, ricos y pobres, o cualquier otra jerarquía de poder se refuerzan.
Para analizar estos temas, más de mil mujeres de 100 países se reunirán en el Noveno Foro Internacional: Reinventando la Globalización de AWID que se llevará al cabo del 3 al 6 de octubre en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
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