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La decisión de la continuidad

Por Lucía Lagunes Huerta*

El proceso que realizó la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República para la designación del nuevo ombudsman fue una simulación: la negociación, los acuerdos políticos y la decisión final fueron tomados por la élite del Senado que se reparte puestos y cargos según sus intereses partidarios o personales.

La designación de Raúl Plascencia como nuevo ombudsman nacional no sólo marca el continuismo de la política de derechos humanos simulada que durante una década llevó José Luis Soberanes, sino la sospecha de que el relevo fue una pieza clave del saliente titular para cuidarle las espaldas: Raúl Placencia hará corte de caja.

Lo que desecharon el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue dotar a la ciudadanía de una verdadera instancia que vigile y proteja sus derechos humanos; lo que impidió el Senado fue la llegada de una persona que a todas luces, durante su mandato como defensor capitalino, se colocó del lado de las víctimas, como es su deber. En suma, no permitieron que llegara el maestro Emilio
Álvarez Icaza por temor, porque sabían que no habría negociación posible a costa de los derechos humanos.

Raúl Plascencia llega a dirigir la Comisión de Derechos Humanos más cara y deslegitimada del mundo.

¿Cuál será la política del nuevo ombudsman, por ejemplo, para la defensa de los derechos humanos de las mujeres? ¿Acaso la del Ministerio Público, como en el caso de doña Ernestina Ascencio? ¿O la del Ku Kux Klán, cuando se trata de derechos sexuales y reproductivo, para perseguir a las mujeres que ejerzan su derecho a
la maternidad libre y voluntaria?

Hoy, cuando existe persecución de las mujeres que abortan y cuando en 16 entidades federativas criminalizan la decisión de las mujerea para elegir su maternidad, ¿qué hará la Comisión Nacional de Derechos Humanos en casos como el de Yasuri Zac-Nicté Pool Mayorga, a quien el estado de Quintana Roo violentó sus derechos a la salud y a un debido proceso? ¿Intervendrá en favor de la víctima o mirará hacia otro lado?

¿Estará acaso al lado de las cientos de mujeres que se han amparado contra las reformas constitucionales de sus estados, por ver violentados sus derechos? ¿De qué lado estará el nuevo Ombudsman?

El nuevo ombudsman no sólo carga la sospecha del continuismo: pesa también que no haya renunciado a su cargo dentro de la CNDH para competir por la presidencia de la comisión, pues a diferencia de dos de sus colegas él sólo pidió permiso.

Durante meses se sospechó que la gira de Raúl Plascencia con Soberanes a lo largo del país tenía otros fines: que Soberanes le abriera el camino en los estados para dejarlo como su sucesor. Con la decisión del pasado fin de semana, pareciera que la sospecha se confirma.

El nuevo ombudsman conoce las entrañas de la comisión y los cuestionamiento nacionales e internacionales que pesan sobre el funcionamiento de la CNDH, ¿cuál será su política?

En él está el continuar el camino de su jefe o retomar la esencia de la CNDH como defensor de la población ante las agresiones de sus derechos. Con el paso de los días sabremos cual es su decisión.

*Feminista, coordinadora general de CIMAC.

09/LL/YT

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