Inicio La enfermería del siglo XXI se halla en una encrucijada

La enfermería del siglo XXI se halla en una encrucijada

Por Miriam Ruiz

México enfrenta una crisis con 190 enfermeras por cada 100 mil habitantes, cifra similar a la del africano Congo, profesión considerada de segunda en la víspera del Día de la Enfermera, que se celebra desde 1931 en México.

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) reporta que hay 190.1 enfermeras por cada 100 mil habitantes en sus cifras más recientes (2001), mientras que en 1990 había 151.7 y 183.7 en 1995.

En total hay en México poco más de 190 mil profesionales de la enfermería, 95 por ciento mujeres, de acuerdo a la misma dependencia oficial.

De este total, 68 mil 872 trabajan en la Secretaría de Salud, según su estadística más actualizada (2001). Son 33 mil 281 las enfermeras generales, cuatro mil 791 las especialistas, ocho mil 477 las pasantes y 22 mil 323 las auxiliares.

Más de una quinta parte de todas estas enfermeras trabajan en servicios del Distrito Federal (nueve mil 366) y en el estado de México (cinco mil 935), a las que se suman las cuatro mil 166 que laboran en los institutos nacionales de salud, con sede en esta ciudad.

En contraste, la secretaría de salud registra cinco enfermeras especialistas en Zacatecas, cinco en Quintana Roo y tres en Baja California Sur.

Comparativamente, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refiere que Belarús tiene mil 182 enfermeras por cada 100 mil pacientes, dos mil 162 en Finlandia –uno de los sistemas de salud más avanzados, y hasta Bosnia Herzegovina tenía 452 enfermeras por cada 100 mil habitantes en 1998.

La OMS lanzó una advertencia el año pasado sobre el proceso de extinción de la enfermería, profesión cada vez menos atractiva para la juventud.

«Las enfermeras y parteras están dejando los servicios de salud y, como resultado, un creciente número de pacientes reciben cuidado inadecuado o ningún tratamiento,» asegura el llamado de la OMS.

Aducen que la mala paga, las condiciones peligrosas, la falta de desarrollo profesional y el que la enfermería se siga considerando una profesión de segunda, como las razones del abandono del ejercicio o estudio de la enfermería.

Juan Pineda Olvera, profesor de la Carrera de Enfermería de la Universidad Nacional Autónoma de México en la Unidad Iztacala, asegura que «la enfermería como profesión al iniciar el tercer milenio se encuentra en una encrucijada, ya que por un lado conserva características que han sido predominantes durante su evolución y que la han mantenido como una profesión de menor valía que otras», incluso por las enfermeras.

Por otra parte enfrenta el reto de «pasar a ser una profesión a la par de cualquier otra.»

«Esta presión para que se transforme, nace de la evolución de los sistemas de salud, de la complejización y tecnologización de la atención, de las crecientes demandas de salud de la población y de los avances propios que la misma enfermería ahora tiene, que la sitúa como una disciplina nueva en fase de construcción».

Para elevar esta profesión, explica el maestro Juan Pineda, es primordial generar investigación sobre enfermería de calidad y mejorar las condiciones laborales y de certificación de estas profesionales.

En México, la enfermería se considera de «segunda» pese a que tiene uno de los salarios mínimos profesionales más altos, igual que el de las trabajadoras sociales y solamente por debajo de los reporteros de prensa o gráficos, entre 88 categorías profesionales según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).

Las enfermeras tituladas ganan por ley al día un mínimo de 74.57 para la zona geográfica «A», que comprende el Distrito Federal y algunos municipios del norte mexicano. En la zona geográfica «B», para las capitales de Jalisco y Nuevo León, así como otros municipios norteños, el salario es de 72.11 pesos y 69.4 pesos en la zona»C», que comprende la mayor parte del país.

Mientras que las enfermeras auxiliares tienen asignados por día 61.46 pesos, 59.1 y 57.01, respectivamente en las mismas zonas.

«En Holanda, la mayoría de los partos son atendidos por enfermeras-parteras», no por obstetras, «y tiene uno de los mejores niveles de atención en el mundo», asegura Lucila Illescas, egresada de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (Eneo) de la UNAM.

«Pero en México, la licenciada en enfermería y obstetricia está siempre atrás de los médicos, sin recibir respeto a su profesión», sostiene.

A todo lo anterior se suma el desempleo de 51 por ciento del personal de enfermería anunciado por la economista Felicia Knaul, especialista en género y pobreza, además de esposa del secretario de salud Julio Frenk.

Incluso, el festejo del Día de la Enfermera el 6 de enero en honor de Florence Nightingale, retoma la figura subordinada y dulce de la mujer inglesa nacida en 1820.

Pocos saben que fue su desarrollo innovador de técnicas en el análisis estadístico, lo que le permitió argumentar las medidas sanitarias que se requerían en el frente para salvar a los soldados ingleses, que tenían una tasa de mortalidad de 47.2 por ciento en 1855.

04/MR/GMT

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