El tráfico de inmigrantes ha sido un tema poco difundido por los medios de comunicación en América Latina, un grave flagelo que afecta aproximadamente 800 mil víctimas en el continente, especialmente mujeres, menores de edad y pobres, que son explotadas sexualmente en bares fronterizos, utilizadas con fines de comercio pornográfico o como donadoras ilegales (involuntarias) de órganos.
De acuerdo con un reporte de la Agencia Periodística del Mercosur (APM), entidades de gobierno y agrupaciones especializadas, reunidas por el Instituto Coahuilense de la Mujer, en México, concluyeron recientemente que cinco millones de mujeres, hombres, niñas y niños son víctimas de trata en el mundo, 800 mil de ellas se encuentran en América Latina, cifras que la convierten en la tercera industria ilícita más poderosa.
Durante el acto se destacó que la actual situación de conflicto interno que vive Colombia ha sido un factor que aumenta la posibilidad de las mujeres de ser reclutadas con engaños para viajar a otros países y ser explotadas sexualmente, añade la información.
El delito de tráfico de inmigrantes es el negocio con más rápido crecimiento del crimen organizado en América, con ingresos entre los 7 mil millones y 12 mil millones de dólares al año. Los países más afectados han sido México, Argentina, Ecuador, Perú y la región Centroamericana, señala el artículo.
El flagelo no sólo debe ser abordado desde una perspectiva social y económica, sino también desde el ámbito de los derechos humanos, ya que el secuestro, el cautiverio y la esclavitud a la que son sometidas las víctimas, son crímenes de lesa humanidad que deben ser erradicados por los gobiernos, asegura la APM.
A la actividad asistieron representantes de Child Pornography and Trafficking of Children for Sexual Purposes (ECPAT), de la Oficina de Naciones Unidas para el Delito (UNODC), del Gobierno del estado de Coahuila, de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas y de Save The Children Suecia, entre otras entidades.
América Latina no sólo necesita una concientización inmediata sobre la trata de mujeres y el tráfico de inmigrantes, sino precisa una regulación rigurosa que permita limitar la explotación sexual, vista en muchas regiones como una cuestión cotidiana que no requiere de reflexión, concluyeron las y los participantes.
07/GG/CV
