La globalización es un arma de doble filo para las mujeres: puede ser la más importante influencia para su equidad o despertar fundamentalismos y reproducir una intrincada red de desigualdades entre mujeres y hombres.
La Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo (AWID), que engloba a mujeres líderes de cinco continentes, destaca que el desarrollo de la tecnología de la información y la comunicación permite integrar un sistema financiero global capaz de hacer transacciones de 24 horas diarias, al tiempo que ha permitido la comunicación en línea de integrantes de todos los movimientos antiglobalización.
Con el surgimiento de la mundialización económica, las mujeres resultaron las candidatas privilegiadas para trabajar en la industria de las comunicaciones porque se piensa que ellas desean trabajar sin remuneración y en labores de servicio.
De la misma manera las industrias las consideran físicamente preparadas para hacer las tareas tediosos y repetitivas, además de ser más dóciles, sin deseos de organizarse laboralmente.
Con ello, las mujeres entran al mercado laboral de trabajo en números sin precedentes: tanto en las de líneas ensamble y en la maquila casera, como dependientas en negocios, en el trabajo doméstico y en el turismo sexual.
Sin embargo, esas innovaciones tecnológicas no han disminuido la carga de trabajo para las pobladoras de la tierra, ya que mientras los gobiernos recortan los servicios sociales, las tareas reproductivas femeninas han aumentando con el cuidado de los enfermos y los menores, además de su trabajo formal o informal.
Globalización significa también, dice AWID, un flujo irrestricto de bienes, servicios y capital, con todos los cambios sociopolíticos que la acompañan.
Pero globalización significa también la reducción de las soberanías de los estados en favor de organizaciones internacionales como la Organización Mundial de Comercio, el Fondo Monetario Internacional o el Consejo de Seguridad de la ONU, las cuales carecen de mecanismos para rendir cuentas a la humanidad.
Es por todas estas razones por lo que la AWID propone reinventar la globalización: tema de su noveno foro que del 3 al 6 de octubre reúne a mil mujeres de todos los rincones del mundo en Guadalajara, Jalisco.
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