La Iglesia católica no piensa democratizarse ni buscar equidad de género porque Cristo eligió que fuera jerárquica y no va a ceder espacios a las mujeres afirmó en Guadalajara, Jalisco el obispo auxiliar de Mérida, Venezuela, Luis Alfonso Márquez Molina.
Para la jerarquía católica mundial reunida en el 48 Congreso Eucarístico Internacional en Guadalajara, es muy clara la postura de que la Iglesia no camina para ceder espacios a las mujeres en las órdenes ministeriales.
En una nota publicada por Universal Online Márquez Molina sostiene que nunca habrá una sucesora de San Pedro o una papa porque el Señor lo eligió a él para dirigir a la iglesia Católica.
«Cristo eligió que la Iglesia fuera jerárquica y no democrática, y aunque la sociedad camine hacia una igualdad de género, la Iglesia continuará con sus preceptos», enfatiza Márquez Molina, quien entre risas contesta que nunca se verá a una sucesora de San Pedro, pero sí a muchas mujeres extraordinarias que han trabajado por la Iglesia.
¿Pero debería la iglesia caminar hacia ese rumbo?, se le interroga a Felipe Aguirre Franco, Arzobispo de Acapulco, Guerrero.
«Yo no puedo enmendarle la plana a lo que Jesucristo hizo. Instituyó a varios apóstoles, no apóstolas».
Sin embargo, tanto Aguirre Franco, como el cardenal de Lyon, Francia, Philippe Barbarie; el obispo de Brasil, Moacir Jose Vitti, y Luis Alfonso Márquez Molina, obispo auxiliar de Mérida, Venezuela, opinan que la mujer dentro de la Iglesia no puede sentirse desplazada, pues la «santísima Virgen tiene un lugar preponderante dentro del culto».
Pero, en el plano terrenal, ¿por qué la mujer no puede ocupar un lugar en la jerarquía católica?, se le pregunta a monseñor Barbarie de Francia.
«La mujer participa ya activamente en la jerarquía aunque de manera indirecta, pues la fe se transmite principalmente a través de las mujeres», ataja.
Y agrega que la Iglesia es «bastante democrática» pues en la santidad los más grandes que quedan en la historia de la Iglesia son los más pequeños y entre ellos se encuentran muchas mujeres.
Las congregaciones o instituciones de religiosas no son consideradas parte de la jerarquía católica pero tienen un trabajo importante dentro de la misión de la Iglesia, comenta la madre María Teresa Medina, encargada de las vocaciones de la congregación de Siervas del Sagrado Corazón.
La hermana relata que algunas congregaciones de religiosas europeas han propugnado por una Iglesia más democrática que incluya la voz de las mujeres en las decisiones jerárquicas, pero en Latinoamérica, dice, eso no es importante.
«Nosotras tenemos una misión, somos avaladas por el papa Juan Pablo II, pero sabemos que Jesús eligió a los hombres para ser los ministros y trabajar dentro de las órdenes sacerdotales», refiere en voz baja durante una misa celebrada en la Expo Guadalajara.
Incluso, enarbola su misión: «Nosotras estamos en contacto cercano con los más necesitados, hacemos labores arduas», comenta.
El obispo de Brasil, Moacir Jose Vitti insiste en que dentro de la Iglesia la mujer tiene un puesto muy privilegiado a pesar de que no pertenece a la jerarquía.
2004/LR
