La inequidad de género que prevalece en América Latina es una de las consecuencias de la inequitativa distribución del ingreso, consideró Rebeca Grynspan, directora de la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El tema de la equidad de género, al igual que los que tienen qué ver con el acceso a la educación, se han dejado de lado en la búsqueda de crecimiento económico emprendida por los países de la región en los últimos 25 años, sostuvo en entrevista para Cimacnoticias.
Sin embargo, el crecimiento no ha sido suficiente para lograr el crecimiento de las instituciones que aseguran el desarrollo social.
Aunque reconoció que todo los países de la zona han conseguido avances en materia de equidad de género, éstos se han dado en áreas muy específicas y el ritmo de avance es muy insuficiente; por ejemplo, en cuanto a la representación de la mujer en las estructuras de poder.
Destacó que son pocos los países que realmente han mejorado de manera significativa, y por un periodo grande de tiempo, la representación de las mujeres en los órganos de decisión política.
«Los únicos que lo han hecho lo han logrado a través de leyes de cuotas», dijo, y agregó que México ha conseguido avances importantes en este rubro, aunque las naciones con mayores avances siguen siendo Argentina y Costa Rica.
Rebeca Grynspan advirtió que si no se hacen esfuerzos por lograr una equidad de género más efectiva por razones éticas, deberían hacerse por razones funcionales, ya que la inequidad hace disfuncional el tema del desarrollo.
Un punto fundamental para avanzar en la equidad de género, afirmó, es la conciliación del mercado de trabajo con las tareas domésticas, pues la sociedad no puede esperar que la mujer se integre al mercado de trabajo, sea productiva y adquiera responsabilidades en este ámbito pagando el costo con jornadas extras de trabajo en el hogar.
Grynspan fue entrevistada al término de la presentación del libro Reconstruir el Futuro. Globalización, Desarrollo y Democracia en América Latina , de José Antonio Ocampo, subsecretario general de las Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales, realizada en la Facultad de Economía de la UNAM.
La directora de la sede subregional de la CEPAL, quien fue una de las comentaristas del texto, dijo que en América Latina se han debilitado las relaciones económicas fundamentales para el desarrollo social, y que si bien el crecimiento en la región es una condición fundamental para combatir la pobreza, cada vez es más ineficiente para lograr ese objetivo.
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