En muchos países la mayoría de las mujeres, mayores o cercanas a los 50 años de edad, buscan atención médica para los malestares físicos del periodo del climaterio, y frecuentemente pasan de ser pacientes, a clientes del negocio de la medicina que se aleja del calor humano.
Para la doctora Leticia Artiles, Antropóloga social y médica cubana, especialista en menopausia y climaterio del hospital «Ramón González Coro» de la Habana, no se puede perder de vista la perspectiva de género en el trabajo médico cotidiano, así lo señala un reporte de la agencia Prensa Latina.
Artiles, sostiene que el médico debe comprender que detrás del supuesto y declarado ‘síntoma climatérico’ hay una mujer desorientada, con problemas matrimoniales, familiares o laborales, y que ésos son sus verdaderos conflictos.
Las causas culturales y sociales reales confieren las razones de fuerza en las mujeres para la depresión, la irritabilidad, la ansiedad y el insomnio mucho más que los déficits hormonales, y los receptores estrogénicos, abundó la doctora.
De acuerdo con la especialista, la vida ha demostrado que la menopausia carga con importantes culpas y que en muchos casos luego de los estudios de laboratorio, para sorpresa de la propia «paciente» no está enferma, pero según sus padecimientos tampoco esta sana, y aún se siente más confundida.
No obstante, una persona es mucho más que un conjunto de células, órganos y sistemas; es un sujeto de atención y eso significa que detrás de cada persona existe una biografía, una historia de vida, una cultura aprehendida, integrada con la base biológica.
Relata que si bien el 90 por ciento de las mujeres acude a la consulta por presentar síntomas atribuidos exclusivamente al climaterio, en más de un 70 por ciento de los casos esos malestares corresponden o están más vinculados con las tareas culturales asignadas y asumidas socialmente en la vida cotidiana.
De acuerdo con esa realidad, la consulta de Climaterio y Menopausia debe buscar reducir al mínimo la atención con medicamentos y en cambio, se debe conocer la biografía de la paciente.
Las enfermedades padecidas, la calidad de sus relaciones familiares y de pareja, el estado de satisfacción personal, laboral y otros detalles, son muy importantes para el marco de referencia personal.
A partir de esto es fácil inducir a las mujeres a tomar conciencia de ciertas sobrecargas a las cuales están sometidas; animarlas a participar en terapias grupales y gratuitas para fortalecer la autoestima y la asertividad, con el propósito de definir estrategias para que puedan por sí mismas enfrentar sus realidades, concluyó.
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