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La sociedad China

Por Roger Maldonado


Los chinos han aprendido que los negocios modernos se realizan casi todos en el idioma Inglés. Por lo tanto, han incluido en el currículum de todas las escuelas su estudio. Aunque veo que poco se ha avanzado en cuestiones generales como la educación, servicios de salud y otras prestaciones sociales, el estudio del idioma Inglés ha dado grandes avances para el entendimiento del Occidente.

Aparte de las escuelas oficiales, y ahora que el Partido Comunista ha dado las facilidades, se han incrementado las escuelas particulares de Inglés. Yo trabajo en una de ellas.

Mi escuela es de inmersión total, es decir, en el campus sólo se habla Inglés. Los estudiantes vienen de muchos lugares del país y entre ellos he hecho muchos amigos. Por lo general, son adultos que están aprendiendo como mejorar sus negocios; hay estudiantes que son empresarios de «changarros», ejecutivos de compañías estatales y hasta miembros del Partido Comunista.

Cuando llegan a mi escuela adoptan un nombre en Inglés, ya que los nombres chinos no tienen traducción; así que tenemos a un Bob, Peter, Paul y a mi mejor amigo Karl.

Karl es un empresario de la educación, es dueño de una escuela de Inglés en Zhao Dong, en la Provincia de Heliongdiang. Vino a Zhuhai para mejorar su Inglés y nuestras conversaciones son interminables.

Desde que lo conocí entablé una amistad que con el paso del tiempo se ha reafirmado. Después de clases Karl, se dedicó a enseñarme las cosas de la cultura China, desde como agarrar los palillos para comer, las reglas apropiadas para beber en público, hasta las costumbres para ligarse a las chinitas. Y digo chinitas, ya que en Guangdong la gente es muy pequeña; la primera con la que salí a cenar solo me llegaba hasta la barbilla. Y aunque no tienen limitaciones en cuanto a comer carne y grasa nunca engordan.

En mis clases tengo una materia de discusión en donde se tratan toda clase de asuntos, en parte la escuela quiere que se hable de negocios, pero por invitación de mis alumnos, terminamos discutiendo sobre los derechos humanos. Mi clase se ha vuelto popular y como es optativa siempre está hasta su limite. Mis estudiantes saben que ahora pueden discutir todos estos temas, aunque con un poco de precaución, porque no saben hasta donde sea «permitido» y por parte de mi escuela no quieren que se traten los asuntos sobre la política, ni de Taiwan, ya que estos temas son aún delicados.

Los chinos son pudorosos en hablar sobre asuntos sexuales, sin embargo, siempre quieren saber como es que en el Occidente se dio la revolución sexual en décadas pasadas; aunque muestran su desilusión cuando les digo que esa revolución ha sido cambiada, en parte debido al SIDA.

Los noviazgos son formales y como es una sociedad tradicional, los hombres al casarse esperan hacerlo con una virgen. Aunque las cosas han ido cambiando, sobre todo por las costumbres Occidentales que se han adaptado en las grandes ciudades como Beijing y Shanghai, en donde la gente es mas liberal. Sin embargo, la fuerza cultural es aún la mas poderosa, aunque se tambalea cuando les toco el tema del SIDA.

El SIDA fue ignorado por las autoridades, su argumento fue que esos son problemas del Occidente y que la Pandemia no llegará hasta el pueblo chino; tal como lo hicieron con el SARS, la neumonía mortal que se desarrolló en el oriente.

Sin embargo, han tenido que aceptarla debido a que al no intervenir las autoridades-en parte debido a los escasos recursos puestos en los servicios de salud- se ha convertido en un serio problema en toda China.

Aún así, mis estudiantes la aceptan como un problema que es debido al mal uso de transfusiones y otras vías de contagio, no así como a un problema de origen sexual.

Aunque el 1º. de Diciembre, en la plaza en donde se encuentra mi escuela y en todo Zhuhai, se llevaron a cabo festivales culturales en prevencion del SIDA y el gobierno regaló muchos condones coloridos a los asistentes, a veces me encuentro ante una pared homofóbica insuperable.

Es de reconocerse que a pesar de algunas carencias de una sociedad mas abierta, los chinos tienen un gran valor: la familia. En la familia china, aun en estos días cuando solamente son tres en el núcleo familiar, hay una gran cohesión y funcionabilidad que poco a poco se va perdiendo en los países Occidentales. Por ejemplo, el caso de los ancianos. En China se respeta el valor de los viejitos en toda su dimensión, su experiencia, su sabiduría y su funcionablidad dentro del seno familiar.

Aquí la gente se jubila a temprana edad, tal vez a los 50 ó 55, y ya que no hay seguridad social que les de una pensión, su descendencia les da un papel importante como tutores y guardianes de los mas jóvenes, mientras las parejas salen a trabajar todos los días. Las relaciones infante-abuela(o) son extraordinarias.

De los niños chinos hay mucho que decir; cada familia quiere que sus niños, no solamente sobrevivan como en tiempos pasados, sino que encuentren todos los beneficios a su alcance para su educación.

Esto hace que los niños chinos estén siempre ocupados. Por lo general, después de sus clases ellos siempre tienen actividades, música, Inglés, computadoras, grupos de estudio, deportes, etc.

Los niños chinos que conozco tienen como día libre solamente la tarde del domingo, si no es que sus padres les han encontrado alguna actividad. El juego como medio y conducto de la educación no existe. Se acabaron el día en que jugaron a ser adultos y el resultado fue la Revolución Cultural.

2005/RM/LR

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