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La trata de personas, una moderna forma de esclavitud

Por Mónica Fernández

Coacción, humillaciones, amenazas, acoso, golpes, privación ilegal de la libertad, seducción, compra-venta de personas, desaparición, esclavitud y secuestro, son algunos actos que conlleva la trata de mujeres para la prostitución, condiciones que evidencian graves violaciones a nuestros derechos.

En la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres, que se llevó a cabo en Dhaka, Bangladesh, en 1999, se eligió el 23 de septiembre de cada año como el Día Internacional en contra de la Explotación y Tráfico de Mujeres y Niñas (os), hecho que busca concientizar a los gobiernos y a la sociedad civil sobre las causas y consecuencias de este crimen que afecta a todas las regiones del mundo.

Diversos son los tratados que se han adoptado para proteger a las mujeres; entre ellos: la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979); la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (2000); el Protocolo para la Prevención, Supresión y Sanción del Tráfico de Personas, especialmente Mujeres y Niños, que viene a complementar a la anterior, y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (1994).

Varios estudios señalan que en el caso de México el gobierno confunde la problemática de la trata de personas con el tráfico ilícito de migrantes, lo que plantea tres grandes problemas políticos: el primero de ellos indica que no se ha llegado a comprender la complejidad del fenómeno de la migración indocumentada, pues no se tiene un plan de trabajo concreto que aborde el tráfico de migrantes que muchas veces no involucra trabajo o servicio forzado en el ámbito sexual.

En segundo lugar, e independientemente de que es una responsabilidad del Estado tomar medidas para erradicar el trabajo o servicio forzado relacionado con lo sexual, no se tienen mecanismos de protección a víctimas en los cual que se tomen en cuenta las necesidades reales de las mujeres y, en especial, los niños y las niñas; sencillamente se disponen vertientes que responden a lo que el legislador piensa que es lo correcto, sin identificar lo que debería ser lo correcto.

En tercer lugar, el a razón de que las leyes que abordan el que las leyes sobre trabajo o servicio forzado para el sector sexual manifiestan un vacío político, ya que la explotación ejercida contra personas, tanto nacionales como extranjeras, no se limita a lo sexual sino que abarca el campo de lo laboral. Por ende, es imperante que se especifiquen los esfuerzos de nuestro país para abordar una problemática multifacética que requiere de un trabajo interinstitucional e interdisciplinario, asegura el Informe sobre la Trata de Personas En El Salvador, Guatemala, Honduras y México, presentado en el marco de 123° periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos 2005.

La trata como una actividad de compra-venta de placer sexual, de secuestro, de violencia familiar y de violación se ha convertido en un negocio que genera grandes ganancias aunque, por la complejidad de dicho ilícito, es difícil obtener el número exacto de personas involucradas.

En el informe Tráfico de Mujeres, Legislación y Políticas Públicas del Estado de Tlaxcala, que en 2006 elaboró el centro Fray Julián Gracés se señala que sobre este tema existen dos perspectivas fundamentales en la labor de investigación:

a) Perspectiva de derechos humanos: tomando en cuenta que el tráfico de mujeres vulnera dos principios esenciales para la vivencia de los derechos –la dignidad y la libertad–, expresando al mismo tiempo diversas formas de discriminación y vejando los derechos humanos en su totalidad.

b) Perspectiva de género: considerando que la violación a los derechos humanos se acentúa por la discriminación hacia la mujer basada principalmente en el sexo y volcada hacia construcciones culturales que fomentan la violencia.

La trata de mujeres es una violación a derechos humanos, es una agresión a la dignidad de las personas, es un atropello a la humanidad y una forma de esclavitud de este siglo.

09/MF/LG

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