«En buen lenguaje diplomático las comunidades indias en México y el resto del mundo están jodidas», aseveró hoy aquí Rodolfo Stavenhagen, relator especial de Naciones Unidas para los derechos humanos y libertades fundamentales de los pueblos indígenas, en referencia a las persistentes violaciones a sus derechos humanitarios que padecen.
El antropólogo, quien el pasado 25 de junio se convirtió en el primer mexicano en ocupar un cargo como relator especial de la ONU, destacó que en el caso de México no todos lo pueblos son indígenas y no en todo momento padecen violaciones a sus derechos fundamentales.
«Sin embargo», explicó, «existe un patrón persistente de transgresiones a las garantías humanitarias de los grupos étnicos que permanecen irresueltas, y ante las que hay mucho trabajo por hacer para erradicarlas. Sobre todo en asuntos como la militarización, la violencia de los grupos paramilitares y el desplazamiento forzoso de las comunidades, sin su consulta y participación.»
En entrevista con Cimacnoticias, Rodolfo Stavenhagen abundó en que la impunidad en la administración de justicia, los rezagos agrarios, la negación o inexistencia de servicios sociales básicos, y la «muy desigual e inequitativa» distribución de los recursos públicos para las y los indígenas constituyen una situación lamentable», que refleja no sólo la violación de sus derechos civiles y políticos sino también económicos, sociales y culturales.
«Desde siempre los indígenas son los últimos en recibir recursos para acceder a una vida digna», acotó el funcionario quien el próximo lunes presentará ante la comisión de derechos humanos de la ONU, en Ginebra, Suiza, su primer informe sobre la situación de los pueblos indios en el mundo.
Advirtió que como parte de toda esa problemática que padecen las y los indígenas en México están las autoridades tanto estatales como federales, involucradas «algunas veces por comisión y otras por omisión».
El también sociólogo enfatizó que en nuestro país «muchas veces se olvida» la situación de los indígenas migrantes en estados como Baja California, Sonora y el Distrito Federal, donde también padecen de «enorme marginación».
En nivel mundial, continuó Stavenhagen, la situación de las comunidades autóctonas «está muy mal» debido a problemas de tierras, denegación de justicia, rechazo a sus culturas y lenguas, o por su aislamiento de los procesos políticos en sus respectivos países. Añadió que tal problemática está más acentuada en regiones como América latina, Asia suroriental y África.
Asimismo resaltó que en el caso de América latina la vida cotidiana de los indios en Colombia es un ejemplo dramático, ya que viven los conflictos provocados por el narcotráfico y las guerrillas.
Por otra parte, el relator especial lamentó que esté «atorada» en Naciones Unidas la discusión sobre la Declaración universal de derechos indígenas –por diferencias de conceptos entre los gobiernos–, la cual tendría que ser aprobada antes de 2004; año en que concluye el decenio internacional para los pueblos indios proclamado por la ONU en 1995.
Sin embargo, la aprobación de la Declaración regional americana sobre derechos indígenas en la Organización de Estados Americanos, esa sí «está estancada».
| |
disponible para periodistas y medios de comunicación impresos y electrónicos por favor citen la fuente |
