Las mujeres son las principales víctimas en las guerras, además de que existe una estrecha relación entre éstas y el contagio del VIH, lo anterior fue señalado en recientes estudios realizados por especialistas y organizaciones preocupadas por la equidad de género.
Recopilados en la «Colección de Recursos de Apoyo» por Emma Bell y la Lata Narayanaswamy, disponible en Internet, en los estudios se afirma que además son afectadas por la desintegración social, y por la constante reubicación que sufren conforme se agrava el conflicto.
Entre los principales objetivos de esta publicación destaca promover la conciencia de género en la construcción de la paz, y contribuir con informes que permitan conocer a fondo la situación de las mujeres ante los conflictos armados.
No obstante, señalan los informes, la guerra permite a las mujeres transformar los roles tradicionales de género, y disponer de sus habilidades en áreas no tradicionales.
El estudio realizado por K. Kumar, «Mujeres y Guerra Civil: impacto, organizaciones y acción», reflejó que durante las guerras las mujeres participan también en luchas militares para obtener recursos.
Si la guerra es un catalizador que transforma los roles de género, también cambia las relaciones en la sociedad, aunque continúen sin acceso a posiciones de poder y sigan padeciendo violencia sexual y tortura.
Mientras que el informe de Maruzana, D., y McKay, S., titulado ¿Y las niñas?, reveló que entre 1999 y 2000 niñas menores de edad se encontraban activas en conflictos armados en por lo menos 32 países. Estas a menudo son tratadas como propiedad sexual, asignadas a los soldados en calidad de esposas, y se reparten como recompensa a aquellos que han sido buenos soldados, o son obsequiadas a los jefes locales.
El proyecto «Las mujeres, la guerra y la paz: Evaluación de especialistas independientes sobre el impacto del conflicto armado de las mujeres en la construcción de la paz», realizado en el 2002 en comunidades de Ruanda y Sierra Leona, muestra que las desigualdades de género incrementan la vulnerabilidad hacia el VIH, pues algunas ofrecen favores sexuales a cambio de alimentos.
Este informe recomendó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asumir un serio compromiso para proteger a las mujeres y niños contra la violencia, así como enfocar el involucramiento del personal de la ONU en la violencia de género y la transmisión del VIH.
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