Inicio Las maestras ganamos espacios en la sección 22 del SNTE

Las maestras ganamos espacios en la sección 22 del SNTE

Oaxaca no vivió un dulce en 2006 y las mujeres estuvimos ahí en esa línea de trabajo, luchamos para darle respuesta a nuestro pueblo y tenemos un peso importante en las decisiones, afirma la profesora Esther Cordero Solís, integrante de la Comisión Política de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Sus 27 años de carrera profesional como educadora de preescolar han sido caminados con los 28 años de la lucha magisterial. Se formaron juntos. Como otros varios miles de maestras y maestros oaxaqueños, ha llegado a «sus comunidades» caminando, tras largas horas de viaje en terracería en bestias o en camiones de redilas para abrir escuelas e ir, casa por casa, tocando puertas para que las y los más chiquitos asistan a la escuela.

Ahora está en la «cúspide» (se refiere a la posición que ocupa en la Comisión Política), lo que le ha valido meses de sinsabores pero no de miedo, en especial cuando por estar entre la dirigencia sindical de la Sección 22 le giraron orden de aprehensión en los momentos más difíciles del conflicto social del 2006 y aún durante el siguiente año.

Pero puede estar tranquila –sostiene– porque considera que los beneficios de esta lucha han rebasado al propio Sindicato, han ido más allá en sus demandas sociales, laborales, económicas y políticas, como ejemplo señala la rezonificación que «no sólo benefició al magisterio oaxaqueño sino también a las y los maestros de la mayoría del país, aunque doña Elba Esther Gordillo se quiera comer el mandado al decir que los logros han sido producto de sus negociaciones políticas, pero quienes hemos seguido la lucha de la Sección 22 sabemos que no es así».

En la «lucha de la Sección 22, compuesta por unos 70 mil integrantes, las mujeres como mayoría hemos estado ahí, sacrificando muchas cosas personales, porque sobre nuestros hombros sigue cayendo la responsabilidad de la familia», dice la profesora de preescolar al referirse a la «triple jornada» pues están en la casa, la escuela y en las acciones del movimiento sindical.

LA LUCHA MAGISTERIAL

Este año el plantón en el centro de esta ciudad inició el pasado 20 de mayo y se extenderá hasta el 13 de junio próximo, los últimos cinco días con la presencia de unos 14 mil trabajadores de todas las regiones, según el acuerdo de la asamblea estatal tomada este fin de semana, ante la falta de respuestas a sus demandas por parte de la Federación y del Gobierno estatal.

Esto implicará que este 8 de junio culmine un «plantón-rotativo de las regiones» y habrá una serie de movilizaciones a partir del 9 de junio, como la «mega-marcha» del próximo 14 al cumplirse dos años del fallido desalojo policíaco ordenado por el Gobierno estatal, mismo que detonó el conflicto político social y la creación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO).

No es fácil estar en el plantón. Muchas compañeras tienen esposos maestros y quizá tengan mayor comprensión, pero las que sus parejas se dedican a otra cosa tienen dificultades, lo que genera una gran diversidad de situaciones y, quien por lo general asume la responsabilidad de apoyarnos es nuestra propia familia, nuestra madre o hermanas y a veces hasta nuestros vecinos, afirma Esther Cordero.

«Estamos por convicción a nadie se le obliga», asegura la maestra originaria de la región Mixteca donde este domingo se encuentra con su familia después de varios días sin ver a sus hijos e hijas. No obstante, no todo el domingo es familiar. Hasta su casa ubicada una unidad de interés social en Huajuapan de León llegan otros maestros para plantearle problemas laborales. La escena ya es común para la familia.

Esther Cordero Solís sostiene que en la «lucha magisterial» se tienen muchas satisfacciones, no es una lucha por mejorar los sueldos de las y los maestros que, asegura, ganan en promedio tres mil 500 pesos mensuales, también se busca enmendar otras injusticias sociales y políticas.

«Por eso digo, el sacrificio vale la pena, mis hijas y mis hijos se sienten orgullosos de mí, me lo dicen», opina

Jefa de familia desde hace 10 años cuando decidió separarse, afirma que «aunque sea prestado o fiado no le ha fallado nunca» y el mejor de los soportes han sido su familia inmediata y sus vecinos que la ayudan cuando ella está fuera de casa.

Quizá a veces me sienta culpable, porque nos han dicho que debemos estar con la familia, en la casa, pero también allá afuera hay cosas que hacer y ellos (sus hijas e hijos) me apoyan, me lo dicen, apunta con seguridad la maestra Esther, quien agrega que a diferencia de cualquier político ella puede caminar en la calle con la frente en alto porque no le ha robado a nadie.

Tengo una oportunidad que muchas mujeres que me antecedieron no tuvieron, hoy en la Sección 22 hay apertura, vamos ganando espacios. En la Comisión Política estamos dos mujeres de 14 que la conforman, en la Comisión Negociadora Ampliada de 28 somos cuatro mujeres y en el Comité Ejecutivo Seccional podemos hablar de una tercera parte de mujeres y nosotras nos hemos ganado esos lugares.

Sin embargo, persiste el acoso para las maestras, en especial para las más jóvenes en las comunidades de parte de los caciques o hijos de los caciques de los pueblos, incluso de las autoridades municipales y también de los propios «compañeros» de trabajo, que muchas veces se solucionaban cambiando a las compañeras de lugar y no castigando a los responsables de esta violencia.

Por eso –afirma– este tipo de denuncias son ya planteados y son una demanda de las mujeres en un ambiente donde antes no se trataba ni tema, ahora estamos conscientes de que «no se pueden permitir estas cosas en ningún espacio de trabajo».

Aseguró que el Departamento Jurídico de la Sección 22 del SNTE hay muchas denuncias de este tipo, se les da seguimiento y se ha llegado a sancionar a los responsables, «consideramos y creemos que en pleno siglo XXI no se pueden seguir dando estos casos».

Aquí vamos a seguir, puntualiza la maestra de preescolar, quien sostiene que las maestras oaxaqueñas tienen profundas raíces en las mujeres indígenas, ejemplo de fortaleza y sabiduría.

Luego asienta que aunque para muchos el plantón magisterial pareciera ir contra la economía oaxaqueña, la verdad es que si persisten los bajos salarios la economía local no se moverá, mientras continúen las desigualdades en las comunidades Oaxaca seguirá rezagado, pero esta no es responsabilidad de las y los maestros, quienes por el contrario han contribuido a «despertar» a la población, la responsabilidad de la situación que vive Oaxaca es de quienes toman las decisiones, de quienes nos gobiernan.

08/SJ/GG/CV

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