Las madres mexicanas alcanzan la cifra de más de 23 millones. De ellas, tres cuartas partes están casadas o unidas; la quinta parte es divorciada, separada o viuda, mientras que las madres solteras suman el cinco por ciento del total.
Además, cuatro millones 100 mujeres son jefas de familia, por lo tanto, soporte principal de ingreso de hogares para casi 16 millones de personas que habitan en éstos.
El análisis Los aportes de las madres mexicanas al desarrollo de México y al bienestar de las familias, elaborado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), refiere que las madres dedican una parte muy importante de sus vidas al cuidado y a la formación de sus hijas e hijos, capital humano esencial en el desarrollo de país.
En ese sentido, se destaca que si se consideraran los nacimientos del año 2000 –dos millones 798 mil 339—, y se estima el tiempo que las mujeres dedicaron al cuidado de sus crías durante la gestación y los primeros tres meses de vida, el tiempo total que las madres entregaron al conjunto de la sociedad mexicana equivale al tiempo de vida de 37 mil 311 personas.
De ello, el sistema de guarderías públicas atiende a poco más de un quinto de la población entre cero y seis años de edad, así las instituciones de seguridad social -Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores (ISSSTE)-, cubren 1.1 por ciento de la población en edad inicial y preescolar.
Como consecuencia, 73 por ciento de los menores de seis años queda al cuidado de madres y el resto al cuidado de terceros, ya sea familiares o no familiares no remunerados, y cuando la economía del hogar lo permite, en guarderías privadas o bajo la responsabilidad de alguna persona remunerada.
EL TRABAJO Y EL HOGAR
El estudio en cuestión establece que las madres que trabajan dedican a las labores domésticas un promedio de 32 horas a la semana, es decir, casi el equivalente a una jornada laboral-semanal.
Además, ocupan un promedio de 32.4 horas semanales en su trabajo extradoméstico, lo cual evidencia la doble jornada que desempeñan en beneficio de sus hogares y del desarrollo del país.
Se destaca que, en términos generales, las madres disponen de 16.7 horas de esparcimiento semanal, equivalente a 2.4 horas diarias. Mientras que las madres que trabajan fuera del hogar sólo tienen 13.4 horas de esparcimiento semanal, es decir 1.9 horas diarias para el descanso y la recreación.
Inmujeres apunta que las madres trabajadoras suman 8.5 millones, cifra que representa poco más de la quinta parte de la población económicamente activa (PEA) y 63 por ciento de la PEA femenina en el año 2000.
Sin embargo, casi seis de cada 100 mujeres-madres que trabajan, sobre todo en negocios familiares, no reciben ningún ingreso, destinando el total de sus esfuerzos al bienestar de toda la familia.
En tanto, de las madres asalariadas, que suman 4.4 millones del total de las madres que trabajan, únicamente 2.7 millones cuentan con protección y seguridad social para ellas y para sus hijos e hijas, mientras que alrededor de poco más de un millón no recibe ninguna prestación social.
No obstante que sus necesidades de protección son considerables, dado que poco menos de la mitad de las madres que realizan trabajo extradoméstico –44.35 por ciento— tiene uno o dos hijos, hay casi 40 por ciento que tiene de tres cinco y 15 por ciento tiene seis o más.
Inmujeres revela que la desprotección de la mayoría de las madres trabajadoras se explica, en parte, porque casi un tercio de ellas (28.5 por ciento) trabaja por su cuenta. De ello, destacan las madres que carecen de instrucción o que no completaron su primaria y que tienen más hijos –más de seis.
Este grupo de mujeres integra la mayoría de las madres trabajadoras sin ningún tipo de prestación social. Mientras que la mayor presencia de madres en el mercado de trabajo coincide con su edad productiva, pues 80 por ciento de ellas tiene entre 25 y 54 años.
03/RGL/GMT
