La Ley Federal del Trabajo (LFT) lejos de ser producto de la sabiduría política es resultado de la lucha del movimiento obrero, sostuvo Jesús Trápaga de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y de la Unión de Juristas, quien alertó sobre el peligro que corre el derecho social por el trabajo legislativo que dará marcha atrás a las conquistas de la clase trabajadora.
Al participar en el debate acerca de la legislación laboral que se desarrolla en la Universidad Obrera de México (UOM), el académico dijo que la tendencia legislativa busca desdibujar el derecho social mexicano, más aún cuando tenemos un gobierno de empresarios y un secretario del Trabajo, Carlos Abascal, expresidente de la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex).
Ante integrantes de diferentes organizaciones sindicales, Trápaga adelantó que la reforma a la LFT podría ser adversa «porque ha quedado claro que no se busca beneficiar a las y los trabajadores».
La reforma, explicó, se plantea en momentos en que el movimiento sindical se encuentra debilitado y desunido; de ahí que el escenario sea desfavorable para cambiar la legislación laboral porque ello derivaría en la involución del derecho social.
Tras señalar que el artículo 123 constitucional es producto de la lucha histórica de los trabajadores, el jurista aseguró que ante la reforma de la LFT se necesita impulsar un ejercicio real del sindicalismo para rebasar lo que hasta ahora ha sido la castración de la práctica sindical mediante el corporativismo y el charrismo.
Asimismo, Jesús Trápaga determinó que se necesita globalizar la organización sindical para contrarrestar los viejos esquemas de explotación laboral y prácticas ilegales con las cuales se negocian los intereses de las y los trabajadoras, así como también defender la legislación laboral aunque no es una panacea.
Por su parte, Edna Ovalle, investigadora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), comentó que ante la actual embestida neoliberal, lo más importante es reivindicar a la clase trabajadora del país y recuperar la memoria histórica del movimiento obrero.
Para reformar la ley laboral, abundó la historiadora, es imprescindible retomar los antecedentes de las luchas del movimiento obrero, plasmadas en la historia con sus derrotas y sus victorias; origen del artículo 123 constitucional que garantiza la jornada laboral de ocho horas.
Sin embargo, Edna Ovalle lamentó que pese al desarrollo tecnológico que presenciamos, la clase trabajadora muere de hambre y muchos mexicanos y mexicanas apenas sobreviven con un salario mínimo.
Ante la realidad que vivimos es necesario revertir el proceso de fragmentación de la clase obrera, romper con la visión gremial, rescatar el nacionalismo, recuperar la historia viendo hacia el futuro y vigilar el trabajo legislativo para que las reformas que atenten contra la clase trabajadora queden fuera de la LFT.
Antes, Ana María Saloma, también académica de la ENAH, reivindicó la doble jornada de las mujeres, quienes además se encuentran en desventaja en el mercado laboral al recibir un salario menor por trabajo igual al que desempeñan los hombres.
Sostuvo que el artículo 123 constitucional lo ganó a pulso el movimiento sindical por lo que sentenció: «mientras no nos organicemos y continuemos aceptando las imposiciones de la globalización, no habrá avances en la legislación laboral, sino por el contrario un franco retroceso».
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