La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), llamó a no ver el agua sólo como una mercancía, y considerar los aspectos culturales y sociales en su manejo, para garantizar su acceso a los mil 100 millones de personas que carecen del líquido.
El acceso al agua limpia y en cantidad suficiente es un derecho humano fundamental de todas las personas, aseguró el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura, durante la ceremonia de clausura del IV foro Mundial del Agua, en la que también se celebró el Día Mundial del Agua.
En la ceremonia, Matsuura presentó el segundo informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la situación de los recursos hídricos en el mundo, titulado «El agua, una responsabilidad compartida», que recomienda concentrarse en mejorar los sistemas de gobernabilidad del agua.
El organismo considera que la gobernabilidad es el elemento clave para mejorar el acceso al líquido, combatir la pobreza y alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Destaca que uno de cada cinco habitantes del planeta no tiene acceso al agua por la deficiente gestión del recurso, su escasez y los cambios medioambientales, y que 40 por ciento de la población mundial (unos dos mil 600 millones de personas) carece de sistemas básicos de saneamiento.
El documento identifica la mala calidad del agua como una de las principales causas del deterioro en las condiciones de vida y de los problemas de salud.
En 2002 las enfermedades diarreicas y el paludismo acabaron con la vida de aproximadamente tres millones 100 mil seres humanos. 90 por ciento de los fallecidos eran niños menores de cinco años, dice el informe, presentado hoy, Día Mundial del Agua, durante la clausura del IV Foro Mundial del Agua.
Agrega que, de acuerdo con estimaciones, cada año se podría salvar la vida de un millón 600 mil personas si se les ofreciera la posibilidad de tener acceso a agua potable e instalaciones sanitarias e higiénicas.
Afirma que la mala gestión del agua es habitual y se caracteriza por la falta de integración, por un enfoque sectorial y por la resistencia institucional a los cambios entre los principales organismos públicos y en un contexto de competencia creciente.
«Muchas de las soluciones a los problemas hídricos se basan en una mejora de la gobernabilidad. Sin embargo, son muy pocos los países de bajos ingresos que consideran al agua como un elemento clave de sus planes y presupuestos nacionales», sostiene.
El documento indica que 90 por ciento de los desastres naturales son fenómenos relacionados con el agua, y su número y frecuencia van en aumento, debido a que muchos de ellos tienen su origen en una explotación inadecuada del suelo.
El informe fue coordinado por el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP) con sede en la UNESCO y es resultado del trabajo conjunto de 24 agencias del sistema de las Naciones Unidas que participan en la gestión de los recursos hídricos.
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