Inicio Llegan a Oaxaca 16 mujeres y 17 hombres excarcelados de Nayarit

Llegan a Oaxaca 16 mujeres y 17 hombres excarcelados de Nayarit

Por Soledad Jarquín Edgar/corresponsal

Llegaron los primeros 43 liberados, 16 de ellas mujeres, tras un largo viaje desde El Rincón, Nayarit, donde permanecieron detenidos 23 días, y fueron recibidos con abrazos, besos, llanto de una multitud que las y los quería abrazar para que nunca más se fueran, y también entre otra multitud de trabajadores de los medios de comunicación que quería la foto, la entrevista.

La llegada paralizó por un momento la calzada Madero, al poniente de la ciudad. En el parque del mismo nombre, hacía más de tres horas que integrantes del magisterio, colonos, amigos, pero sobre todo familiares esperaban con flores de Nochebuena.

¡Hagan una valla!, decían algunos pretendiendo poner orden, pero fue insuficiente. Las cámaras pretendían robar los primeros instantes de los abrazos que se aferraban a la vida y a la libertad y las grabadoras querían las primeras palabras ¿cómo te fue?, ¿cómo te trataron?, ¿te maltrataron mucho?, ¿te cortaron el pelo?? eran interminables las preguntas para las y los detenidos que querían llegar hasta el templete de cemento junto al busto de Francisco I. Madero.

De la sonrisa, la emoción desbordó en llanto de alegría, pero también de tristeza, rabia e impotencia por quienes se quedaron en Nayarit. Es una forma, dijo una de las mujeres que retornaron, de torturar al pueblo de Oaxaca.

Llegaron con la misma ropa con la que fueron detenidos, algunas y algunos con sandalias de plástico porque habrían perdido los zapatos, con huellas de sangre sobre camisetas y pantalones, con cicatrices que se percibían en las cabezas rapadas de los hombres, o en alguna parte dañada, o como Giovanni con la mano enyesada, así llegaron.

La libertad tiene un sabor agridulce: alegría por la liberación, pero tristeza por los que no lograron compartir esa libertad. Una de las mujeres liberadas, de apenas 1.40 de estatura, pidió por los que se quedaron en el penal de mediana seguridad en Nayarit. Todos los que están ahí, les aseguramos, son inocentes, como todos los que salimos.

No podremos estar contentas hasta que no salgan. Ahí hay pura gente inocente. ¡Por favor, libérenlos!

De no más de 25 años, otra de las liberadas asegura que lo único que yo les puedo decir es que hay muchos días de angustia, dice refiriéndose a los 23 días que han transcurrido desde aquella noche del 25 noviembre cuando fue detenida.

Ahí sobre el asfalto caliente, se encontraron Eréndira Garnica y su madre Florina Aragón. Ambas habían sido detenidas aquella tarde cuando salían de trabajar en un restaurante. Mi hija fue detenida y salió el domingo pasado del Consejo Tutelar, dice Luis Garnica, quien también celebra la reunión familiar entre abrazos y lágrimas.

Los detalles de la aprehensión por parte de elementos de la Policía Federal Preventiva nadie los da. Hay temor por los que todavía están detenidos. No saben tampoco quién pago la fianza y rechazan cualquier posible acuerdo o condición con el gobierno estatal.

Una mujer, con el rostro marcado por el llanto, va un poco más allá cuando apunta fuimos cruelmente golpeadas, injustamente encarcelados, queremos que el pueblo de Oaxaca se levante, porque hay mucha injusticia.

Sin dejar de llorar, dice que su detención y encarcelamiento es simplemente la injusticia que vivimos sobre todo la gente pobre, los de bajos recursos. Ahora nos tocó a nosotros mañana no sabemos a quién le toque, porque vivimos callados, nos da miedo hablar.

Otra de las liberadas abrazó profusamente a sus familiares, que la reciben con flores: No puedo decir que me siento feliz, porque hay mucha gente allá detenida, gente honrada e inocente, los tienen que sacar, vamos a regresar por ellos, tenemos que seguir pidiendo y luchando por ellos.

EL MITIN

Cuando finalmente se pudo organizar el mitin de bienvenida, una de las integrantes del comité de familiares destacó que a pesar del miedo que sentía el pueblo de Oaxaca después del 25 de noviembre volvieron a salir a la calle. El dolor físico y moral que ustedes sentían también lo sufrió el pueblo.

Tenemos que recuperar la liberad de las y los detenidos y demostrarle a este mal gobierno que en Oaxaca el pueblo tiene dignidad y tenemos que volver a caminar con libertad en nuestras calles, sostuvo mientras se coreaban las viejas consignas appistas que demandan la salida de Ulises Ruiz.

Luego tocó el turno a Giovanni Alonso Palomares, estudiante de la UABJO. Con la mano izquierda enyesada y sangre sobre su pantalón, el joven habló de la inocencia de todas las personas detenidas el pasado 25 de noviembre.

En tanto, una de las abogadas del equipo jurídico de los familiares refirió que seguirán luchando por la libertad de los aproximadamente 60 que están aún en las cárceles estatales y de los más de 95 que faltan por ser liberados en Nayarit. Luego aseguró que los procesos penales están plagados de una serie de irregularidades y enfatizó que desconocían bajo qué términos se dio la libertad.

Javier Sosa Martínez, un hombre adulto y quién también fue liberado, recordó que ante esta situación nadie está libre en Oaxaca, con esa forma de gobernar. Porque esa noche por todos los rincones de la ciudad el pueblo oaxaqueño fue perseguido. Fuimos golpeados hasta más no poder. A algunos compañeros los dejaron de golpear hasta que los dieron por muertos. Nuestra felicidad no es completa, porque los compañeros se quedaron en Nayarit, dijo mientras la emoción parecía traicionarlo.

En su intervención, el vocero de la APPO, Florentino López, destacó que la liberación de las 43 personas no fue un acto de buena voluntad de Ulises Ruiz, sino una acción de justicia. Nuestra lucha es política pacífica, quienes cometieron los actos vandálicos fueron provocadores de Ruiz Ortiz, agregó más adelante.

SINRAZONES DE LA PRISIÓN

En entrevista, Yessica Sánchez Maya, de Limeddh, confió en que esta semana sigan obteniendo su libertad el resto de las y los detenidos, porque jurídicamente no hay sustento para que estén detenidos, la forma en que la PFP refiere la detención en el parte informativo evidentemente no es un nexo de causalidad suficiente para mantenerlas privadas de su libertad.

La activista dijo que esperan esta semana obtengan su libertad las 18 mujeres que siguen en el penal nayarita y el resto de los detenidos porque no hay elementos para que estén privadas de su libertad.

La presidenta en Oaxaca de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) informó que se había establecido una suma de cuatro millones de pesos de fianza por persona detenida, lo cual me parece imposible, tuvo que haber algún tipo de manejo jurídico para la reducción de la fianza.

A su vez, el comité de familiares 25 de noviembre denunció que hasta el momento se desconoce en qué términos se les devolvió la liberad, arbitrariamente arrebatada por el Estado, y desconocen con qué intenciones se hizo.

De igual forma, coincidieron en que esta libertad irregular no fue un acto de misericordia gubernamental, sino producto de la creciente movilización de inconformidad y la manifestación de rechazo a la violencia y a las injusticias contra el pueblo de Oaxaca, tanto en México como en otras partes del mundo.

En entrevista, Guadalupe Carmona, del Grupo de Apoyo a la Educación de la Mujer (GAEM) dijo que los hechos demuestran ahora que el gobierno estatal incurrió en una flagrante violación a los mínimos derechos humanos.

La tortura no debe permitirse porque habremos entrado a una etapa de barbarie, por eso aquí vamos a seguir movilizándonos, vamos a seguir sistematizando estos hechos para que los conozca el mundo y para que paguen quienes realmente han violado los derechos de la población oaxaqueña, dijo la activista y feminista.

Antes, la Coordinadora de Mujeres de Oaxaca realizó una marcha desde la fuente de las Siete Regiones hasta el Jardín Madero, para demandar la libertad de los presos políticos. La profesora Beatriz Hernández demandó un boicot a los comercios establecidos en el Centro Histórico por haber sido ellos los que demandaron la entrada de la PFP, misma que este fin de semana fue sustituida por corporaciones policíacas locales.

Cargando a su pequeño hijo con un rebozo blanco, Araceli Morales camina junto a varios cientos de mujeres. El cansancio no la doblega, entre sus manos lleva un cartel con la foto de Roberto Morales, su padre, detenido el 25 de noviembre.

Las lágrimas muestran su dolor y desesperación sólo sé que está en Nayarit y es uno de los más lastimados, dice refiriéndose orgullosa al maestro de Educación Indígena que formó una escuela bilingüe en su comunidad. Él sólo trata de ayudar a las personas y fue detenido arbitrariamente, ni siquiera estuvo en la marcha, lo agarraron por el Seguro.

No está entre los que van a llegar más tarde, a él no lo liberaron, dice con tristeza, al igual que otro joven que llora desconsolado sentado en una banqueta, oculto detrás de una camioneta, luego de conocer que su padre no llegó la tarde de este domingo.

06/SJ/GG/CV

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